El ayudante fiscal de Puan, quien debería velar por la protección de los derechos de las personas en ese distrito, fue condenado por actos de violencia de género contra su expareja, una empleada de esa sede del ministerio público.
La sentencia, dictada por la jueza María Laura Pinto, del Juzgado en lo Correccional Nº 4, recayó en Sebastián Dalmacio Hippener, de 38 años.
La pena, a un año y medio de prisión, es en suspenso. Quiere decir que no irá preso, salvo que no cumpla con algunas reglas de conducta que le fijaron durante 2 años.
Hippener, que también fue secretario de Seguridad del municipio puanense, asumió como ayudante fiscal una vez que se inauguró esa dependencia, en octubre de 2012.
De la obsesión a la agresión
Magalí Gisele Monsalvo ingresó como empleada administrativa de la ayudantía y ambos comenzaron un noviazgo que terminó mal. En principio, la mujer empezó a notar que le revisaba el celular, que era obsesivo, manipulador y que la controlaba.
Sin embargo, en 2013 la situación se desbordó. El 25 de mayo, sobre las 5, Hippener supuestamente llegó alcoholizado a la casa de Monsalvo y no solo la insultó sino que la amenazó: “… yo a vos te voy a cagar matando… te voy a ahorcar…”, le habría dicho.
Casi tres meses después, en la cocina de la ayudantía y en medio de una discusión, el acusado le habría dado una patada en el tobillo derecho, lo cual le provocó una hinchazón y una lesión de carácter leve. Ese ataque habría sido observado por la auxiliar letrada, Ana Clara Cafasso, quien denunció la situación.
“Espontáneas y veraces”
En el juicio, el fiscal Gustavo Zorzano pidió la aplicación de 2 años y medio de prisión, planteo al que adhirió Maximiliano De Mira, representante de la particular damnificada. El defensor particular, Sergio Giraudo, reclamó la absolución, al asegurar que los hechos no habían existido y que todo era una maniobra para alejar a Hippener de la ayudantía fiscal.
Para la jueza Pinto quedó claro que los delitos se consumaron. Dijo que la víctima y Cafasso “me impresionaron espontáneas y veraces en sus dichos”.
Sostuvo esa posición con otros testimonios (dan cuenta de gritos e insultos del hombre a la mujer), las conclusiones de las pericias psicológicas (no se advierte fabulación) y del estudio médico que constató la lesión en la pierna de la mujer.
“Trama casi kafkiana”
Hippener negó los cargos, dijo que se trataba de una acusación falsa, una conspiración en su contra porque Cafasso quería su puesto. Para la jueza, su versión podría encuadrar en “una trama casi kafkiana”.
Antes de dictar sentencia, la jueza marcó como atenuante la falta de antecedentes de Hippener y, a modo de agravantes, la violencia de género empleada (aprovechó situación de vulnerabilidad de Monsalvo) y su condición de funcionario público. Fue acusado de amenazas y lesiones leves calificadas.
Además de la pena de un año y medio de prisión, durante 2 años tendrá que fijar residencia, de la que no podrá ausentarse más de 24 horas sin aviso previo y someterse al cuidado del Patronato de Liberados, adonde tendrá que presentarse cada 30 días.(LaNueva)