Sergio Maldonado fue a cumplir este domingo con su obligación y su derecho de cívico de votar. Lo hizo sin hacer declaraciones y con una foto de su hermano Santiago, quien apareció muerto a la vera del río Chubut, al que llegó hace 83 días atrás -78 de ellos como desaparecido- mientras huía de una persecución y una avanzada represiva de Gendarmería en la Pu Lof Resistencia Cushamen. Su silencio fue el que buscaron imitar los principales funcionarios del Gobierno nacional, aunque por causas muy distintas. La mayoría de ellos lo logró, esquivando medios y gente con operativos especiales de seguridad.
El único que hizo una referencia, la voz más esperada por ser la menos escuchada en estos casi tres de meses de búsqueda, fue el presidente Mauricio Macri. Pidió “prudencia”, se encargó de abonar la idea de que “las últimas informaciones echaron luz sobre muchas cosas que se habían dicho y no eran acertadas” y se escudó en la “veda” para evitar mayor incomodidad de los medios. Aunque, en los hechos, nada tenía que ver la veda con sus opiniones y declaraciones por el caso Maldonado.
“Hoy estamos en veda –se excusó-. Dejemos para mañana (por el lunes) y seguimos hablando”. Habrá que esperar al lunes, entonces, a ver si el Presidente enfrenta nuevamente una conferencia de prensa sin límites de preguntas y sin cuestionamientos pautados previamente, como suele pasar.
La voz que todavía se mantiene insólitamente ausente tras la aparición del cuerpo sin vida de Santiago es la de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. No enfrentó micrófonos ni siquiera cuando fue a votar. Todo lo contrario. Lo hizo a primera hora de la mañana, ingresando por una puerta lateral de La Rural, puerta que se abrió especialmente para un ingreso furtivo y parte de un operativo específico para mantener a Bullrich fuera de alcance mediático y popular.
Los que también habían armado su propio operativo fueron un grupo de jóvenes, que esperaron a Bullrich con su cara cubierta por imágenes de la cara de Santiago Maldonado, aunque finalmente el cruce no se produjo.
“Hay que respetar la veda y no hay que politizar ninguna opinión”. Como una fotocopia de su jefe político, el presidente Macri, la gobernadora María Eugenia Vidal también apeló a la veda para negarse a responder preguntas por el caso que sacude a todo el país desde el 1 de agosto y que provocó un cimbronazo político y social con la aparición de ese cuerpo flotando en el río, el martes al mediodía. Se fue rauda de la escuela en la que votó. Esta vez no tuvo los casi cinco minutos que, en las primarias, dedicó a la prensa.
Ese domingo 13 de agosto, Santiago Maldonado llevaba ya 13 días desaparecido. Pero su nombre no salía de la boca de ningún funcionario. La apuesta de la Casa Rosada, usina comunicacional de todo el aparato político de Cambiemos, era por entonces la hipótesis de que Santiago hubiese muerto apuñalado por un puestero. Recién cuando esa hipótesis se cayó, el caso que avanzaba en Esquel empezó a generar resonancia en Balcarce 50.
Ni el jefe de Gabinete, Marcos Peña, ni el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, pudieron repetir este domingo el gesto alegre con el que enfrentaron las PASO. Los dos la pasaron mal en el Café Tortoni, donde –a diferencia de algunos de sus compañeros de Cambiemos- sí tuvieron que enfrentar cuestionamientos. “Estamos más cerca de la verdad que hace una semana”, refirió Peña.
Comenzando la jornada como siempre en el Café Tortoni con el equipo de @vamosjuntos pic.twitter.com/lEWejFGjkp
— Marcos Peña (@marquitospena) October 22, 2017
La ex presidenta y candidata a senadora por Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner, tampoco hizo referencia al caso. “De eso hablaremos a partir de mañana y la semana próxima”. “Ustedes saben cuáles son mis convicciones, mis emociones y mis sentimientos”, dijo a los cronistas sobre la situación generada desde la desaparición y posterior hallazgo del cuerpo sin vida de Santiago Maldonado, desde la puerta del Instituto Patria, a donde se acercó para conocer el centro de cómputos paralelo que montó allí el kirchnerismo.
El caso Maldonado “no debe alterar la voluntad de la elección que tenga cada uno”, pidió el intendente de Santa Fe y presidente de la UCR, José Corral, acosado en su caso por problemas más directos, como los denominados “Corral Papers”.
“Lo peor que uno puede hacer es tratar de que estos hechos, que son hechos dolorosos para toda la sociedad, se usen políticamente. Lo peor que nos puede pasar es usar políticamente casos que nos conmueven e involucran la desaparición de personas y que además involucran muerte”, sostuvo el candidato a senador por la alianza 1 País, Sergio Massa. Para su rival electoral, Florencio Randazzo, lo ocurrido con Santiago «es un retroceso para Argentina» y pidió «a toda la dirigencia política y el periodismo» respeto para la familia» del joven fallecido.
CURIOSIDADES. Quien decidió romper el molde a la hora de opinar del caso Maldonado fue el diputado nacional de Cambiemos, Sergio Wisky. Desde Bariloche, donde votó, el legislador oficialista escapó a la mordaza que aplicó el Ejecutivo nacional a sus hombres y aseguró que la muerte de Santiago es un “accidente”.
“No creo que haya responsabilidad de la Gendarmería. Hasta ahora lo que se ve es que fue un accidente”, dijo. En declaraciones recogidas por el portal En Estos Días, Wisky continuó: dijo que Santiago «es alguien que estaba delinquiendo” y que «se está sospechando» que la comunidad mapuche en Cushamen es «gente que dejó morir a alguien».
También se registraron curiosos incidentes en algunas escuelas. Por caso, un video muestra cómo fiscales generales de Cambiemos quisieron sacar y romper el trabajo publicado en las paredes y hecho por los propios alumnos de la escuela, en mención al caso Maldonado. Sin explicaciones, tuvieron que renunciar a su plan en pos de “tranquilidad”. Fue en Ramos Mejía.
Cruce entre fiscales: Los de #Cambiemos en Escuela 36 de Ramos Mejía quisieron quitar carteles por #SantiagoMaldonado pic.twitter.com/0s4tqkaQGu
— Agencia El Vigía (@AgenciaElVigia) October 22, 2017
Mientras que una autoridad de mesa aseguró que fiscales del massismo le pidieron que se quite un pin que llevó puesto toda la jornada, con la imagen de Santiago Maldonado.
Vino un botón, ehhh, perdón, un fiscal de @SergioMassa a reclamar que me saque el pin con la imagen de Santiago. pic.twitter.com/pMpa4jM4mc
— Claudia Cesaroni (@CCesaroni) October 22, 2017
(Fuente LetraP)