La Argentina y el FMI acordaron hoy un programa Stand-by con una duración de 36 meses por unos U$S 50.000 millones, indicó el organismo.
«El plan económico a implementarse durante el programa fue presentado por Argentina y refuerza nuestro compromiso con la eliminación de los desbalances económicos que han aquejado a nuestro país por décadas», informó el Gobierno.
«El plan es consistente y sostenible económica, social y políticamente, y tiene como objetivo continuar restableciendo el orden macroeconómico con dos ejes clave: convergencia más rápida al equilibrio fiscal y reducción de la inflación», señaló.
«Felicito a las autoridades argentinas por haber llegado a este acuerdo. Como lo hemos destacado anteriormente, se trata de un plan concebido e instrumentado por el gobierno argentino y que pretende fortalecer la economía en beneficio de todos los argentinos. Me complace saber que podemos contribuir a ese esfuerzo brindando respaldo financiero, que apuntalará la confianza del mercado, dándoles a las autoridades tiempo para abordar un abanico de vulnerabilidades de larga data», señaló Christine Lagarde, directora del FMI.
«Como parte de ese respaldo, tanto el FMI como el gobierno argentino tienen intención de colaborar para que se tomen las medidas y se activen integralmente los recursos necesarios a fin de proteger a la población más vulnerable a medida que avancen las reformas económicas«, completó la directiva en un comunicado.
Para asegurar una más rápida convergencia al equilibrio fiscal, las nuevas metas de resultado fiscal primario son: -2,7 % del PBI en 2018 (vs. -3,2 % con las metas previas), -1,3 % en 2019 (vs.-2,2 % antes), equilibrio primario en 2020 (vs. -1,2 % antes) y superávit de 0,5% en 2021 (vs. 0 % antes).
En el acumulado 2018-2021, esto significa una reducción acumulada del déficit de 3,1 % del PBI, alrededor de USD 19.300 millones.
El nuevo sendero de convergencia fiscal permitirá que el ratio deuda pública a PBI comience a reducirse a partir de 2019. (NA)