Zenón Héctor Sequeira ha sabido ser uno de pilares fundamentales de la primer estrella que consiguió el Club Atlético Independiente de Rivera en fútbol, integrante de los equipos campeones de los años 1959, 1964 y 1974 hoy vive en Colonia Goldberg en la última casa de una calle que lleva su nombre en su honor.
Zenón se recuerda de esos tiempos y nos cuenta como llegó un grupo de jugadores a conocer la gloria deportiva en un club que se había conformado tan solo 10 años antes «Muchos se fueron formando de jovencitos en el club» dice Sequeira, «para el año 59 éramos un grupo con jugadores de experiencia y jóvenes que querían progresar, teníamos un juego al que ningún contrario le pudo encontrar la vuelta y por eso fuimos campeones invictos.«
El equipo de Independiente campeón 1959 estaba integrado por José Schnier; Marcelo Rundau; Guillermo Rundau; Ricardo Sequeira; Abelardo Kessler; Raúl «Jopito» Gorjon; Raúl Sarcou; Zenón Sequeira; Edgardo Gile; Telmo Antón; Eugenio Baranovsky; Edmundo Heimbigner; Alejandro Rundau; Hugo Merigge; Pedro Chernischuk; José Villanueva y Domingo Repetin.

La experiencia de gran parte del plantel, sumado al desequilibrio y contundencia de sus hombres de ofensiva, caracterizaron a un equipo que sería imbatible a lo largo del torneo.
«Eugenio Baranovsky era una cosa seria» recuerda Zenón, «llevaba el «fobal» atado al pie, nosotros descansábamos cuando la tenía el, era un verdadero crack, nuestros equipos tenían jugadores bárbaros, Jopito Gorjon en el medio era pura garra, Abelardo Kessler, exquisito, Telmo Antón jugaba y corría como pocos, un señor jugador, Raúl Sarcou era explosivo» agrega Zenón.
«Yo jugaba de 8, aunque cuando me toco entrar en los primeros partidos lo hice de win hasta que Eugenio me preguntó si me animaba de 8….como no me iba a animar».
«Yo trabajaba toda la semana en las bolsas y por la tarde a entrenar. A veces jugaba dos partidos, en segunda y primera, a mí era lo que más me gustaba hacer y entraba cada vez que hacía falta y que me necesitaban».
Sequeira rememora «Salíamos del trabajo e íbamos a entrenar a pura voluntad, nos divertíamos mucho, pero también hacíamos pelota parada y practicábamos definición y si alguien faltaba salíamos a buscarlos, más de una vez íbamos a la herrería de Baranovsky donde Eugenio ayudaba al padre para traerlo a entrenar o a Jopito que estaba en la Cooperativa».
«Mis padres iban a todos los partidos, siempre se ponían en el mismo lugar de la cancha a vernos a mi hermano Ricardo y a mí.»
«Entre los técnicos que tuve lo recuerdo a Angel Sanghi que me marcó bastante, además fue uno de los arqueros más extraordinarios que me tocó ver en cancha, también estaba Berio Rondau como ayudante o aguatero que nos acompañaba a todos lados».
Para los partidos de visitante en la liga Puanense los kilómetros que separaban a Rivera de cualquier localidad no suponían un problema para ese plantel. «Viajábamos, cuando íbamos de visitante, muchas veces en la caja de un camión por caminos de tierra, pero no lo sentíamos porque éramos un grupo muy unido y la pasábamos bien» dice Sequeira.
El primer éxito deportivo llegaría en diciembre de 1959, después de realizar una excelente campaña sin conocer la derrota, sangre joven con hambre de gloria, un equipo sólido, sustentado por el buen tratamiento del balón «Salimos campeones invictos en el 59, el último partido del campeonato lo sufrimos bastante, perdíamos a falta de 10 minutos con Tiro Federal de Púan en su cancha y con ese resultado quedábamos empatados en el 1° puesto con Argentinos de Darregueira, que tenía un equipo muy parejo, pero lo pudimos empatar con un gol de Edgardo Gile tras un centro y con el empate fuimos los campeones, con la delantera más goleadora y la valla menos vencida» afirma Sequeira, el campeonato concluía con Independiente en lo más alto con 33 puntos seguido de Argentinos de Darregueira con 32.
«Después logramos el campeonato del 64, casi con el mismo equipo, pero ya en la liga de Carhué y ahí luego tardamos 10 años en volver a ser campeones en el 74» Cierra Zenón Sequeira.
El verde se adjudicaba el campeonato de la Liga Carhuense de Fútbol consiguiendo su segunda estrella. El equipo campeón de 1964 lo integraban: Hugo Pawels; Fernando «Nano» Springer; Marcelo Rundau; Raúl «Jopito» Gorjon; Guillermo Rundau; Manuel Irazoqui; Remigio Holzman; Raúl Sarcou; Eugenio Baranovsky; Abelardo, Roberto y Mario Kessler; Roberto Nudelman; Luis Cuevas; Zenón Sequeira; Telmo Antón y Oscar Holzman.

Sequeira también sería parte del equipo que, 10 años después, en 1974, obtendría la tercera estrella. El ultimo encuentro de ese campeonato se jugó bajo una intensa lluvia, derrotó como visitante a Deportivo por 2 a 1 y el resultado lo dejaba expectante, faltaba esperar el resultado del Clásico Carhuense entre San Martín y Racing. Finalmente a los 44 minutos del segundo tiempo llegaría el gol de Racing y el cielo riverense se tiñia de Verde y comenzaba la fiesta con vuelta Olímpica e interminables caravanas y festejos hasta altas horas de la madrugada en Rivera. El equipo campeón de 1974 lo integró: Gálvez, Sombra, Cabrino, Milner, Prodpullenka, Sequeira, Baranovsky, Baltian, Palacios, Wilches, Sieben, Schumacher, Cabrino, Palacios, Dechand y Holzman, la dupla técnica la formaban Nudelman y Keselman, el medico era el Dr. Roberto Seltzer.

Sequeira pasó toda una trayectoria deportiva en el Club de sus amores, Independiente, salvo una temporada que jugó para el otro equipo del pueblo, Deportivo Rivera, aunque alguna vez cuentan que también fue tentado para jugar en un equipo de los «grandes» de Buenos Aires.
Muchos años después Zenón Sequeira pasa sus horas en su casa, esa que queda al 800 de una calle que lleva su nombre y el hombre aun conserva y atesora la camiseta n°8 que usó en el 59 y varios modelos de pantalones cortos de la época de oro además de las medallas y placas que lo distingue como una de las glorias del Club Atlético Independiente.
*Entrevista Arturo Loewy/ Fotos Diario de Rivera/Archivo de Rivera