
El laureado Gabriel García Márquez hizo toda una descripción de época en su obra «El Amor en Tiempos del Cólera». Sin la pretensión de suponer que diría hoy el Nobel de literatura sobre la situación actual intentamos aquí algunas reflexiones.
La Argentina – y el mundo todo – vive hoy en una situación mas cercana a las descripciones de las pestes bíblicas que a la tranquilidad que la modernidad nos dispensaba hasta hace tan solo unos pocos meses. En nuestro país el gobierno adoptó tempranamente un criterio cauteloso de cuarentena generalizada que hasta hoy muestra aceptables resultados para el amesetamiento de la pandemia. No ha habido parecida actitud y preocupación acerca de los resultados económicos que esta decisión trae sobre Argentina.
El Presidente define insistentemente que entre salud o la economía no duda en priorizar la salud. ¿Quien puede no estar de acuerdo? Lo que deberíamos ya poner en el centro del debate es que no se trata de una cuestión antinómica, sino que se trata de Salud y Economía.
Para decirlo en términos sanitarios en la Argentina se ha colocado la economía en coma inducido, y ello trae, sobre empresas, emprendedores, comercios, monotributistas y productores una situación insostenible. Nadie pone en duda que necesitamos a nuestra gente viva y protegida. Pero también necesitamos a nuestras empresas y empresarios vivos para que cuando pase este terrible momento estén en condiciones de volver a poner el país en marcha lo antes posible.

Por que así como es imposible pronosticar cuando y como será la salida del COVID 19 también es impensable la situación social y económica desde la cual el país deberá volver a la actividad. Hoy, un muestreo de la Unión Industrial Argentina indica que el 87% de las empresas tendrán serias dificultades para pagar los sueldos de este mes. Idéntica preocupación sobrellevan gobernadores e intendentes para sostener la masa salarial y atender los requerimientos crecientes de una pobreza que amenaza desbordarse.
Así como diariamente el gobierno se empeña en transmitir la situación sanitaria, en alentar con la comparación internacional de nuestro comportamiento y seguir adoptando consejos y medidas de protección, es hora que en esa mesa de infectólogos y sanitaristas que asesoran al Presidente haya economistas que comiencen a mostrar un camino de salida económica y simultáneamente anunciar medidas que nos permitan alentar a que nuestros comercios y empresas sobrevivan.
El estado nacional deberá emitir dinero, en cantidades siderales, ya que nuestro crédito está cerrado y en muy complejas negociaciones internacionales en un momento en que 178 países reconocen hoy que tendrán un PBI negativo este año. Esta emisión permite hasta ahora inyectar dinero esencialmente en quienes ya poseían algún tipo de beneficio social. Ahora seguramente deberá hacerlo con las arcas de provincias y municipios. No debería contemplarse una decisión similar para la sobrevida de nuestros emprendedores ?
El país político vive una suerte de bipartidismo de coaliciones, mas allá de representaciones menores. La coalición que gobierna y Juntos por el Cambio. Nuestro espacio ha dado muestras mas que concretas en acompañar decididamente las resoluciones presidenciales y ha hecho llegar al gobierno nacional y provincial no solo la necesidad de legitimar las decisiones adoptadas en emergencia, con el funcionamiento del Congreso y la Legislatura Provincial, sino que además, desde los Comités de Crisis y el Consejo Económico Social, ofrecemos aportar equipos e ideas que apunten a la gobernabilidad en tan complejo momento y comiencen a mostrarnos un camino por el cual salir.
Veníamos de una crisis económica, que la cuestión sanitaria agravó decididamente. Ello llevará necesariamente a la profundización de los problemas sociales. En cualquier lugar del mundo la conjunción de problemas económicos, de salud y sociales en forma simultanea mas tarde o mas temprano concluyen en problemas políticos. Por eso parece oportuno alertar que si hubiese anarquía en el combate a la pandemia seria fatal, pero la anarquía en materia económica y fiscal también puede ser grave.
La economía en tiempos del Coronavirus no debe ser un tema menor ni secundario. También en esa materia salimos todos juntos.
*Por David Hirtz. Senador Provincial

EDUARDO ANGEL MARICHALAR
Cuando siempre se vivió de la teta del Estado, habría que guardar silencio al menos. Este señor a mí particularmente no me representa en lo más mínimo, es más siento vergüenza ajena que diga que es representante de Adolfo Alsina, 100% bolsillo lleno y patrimonio acumulado a costilla del Estado y opina de economía??? lo mejor que podría hacer es DEVOLVERLA!