Los acusados son cuatro efectivos que estaban en funciones en La Matanza, mientras que los restantes ya habían sido desafectados.
«Luego de padecer los episodios de abusos y torturas descriptas, las detenidas fueron disciplinadas, castigadas y amenazadas. Los oficiales policiales desplegaron un dispositivo para garantizar su impunidad y silenciar a las víctimas, para así evitar que narren las violencias padecidas«.
Es el informe lapidario de la Defensoría General de La Matanza y la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que dio pie a la denuncia contra los efectivos bonaerenses.
La investigación refiere a los hechos ocurridos en la comisaría Noroeste 3ra. de La Matanza, donde aún trabajaban cuatro de los uniformados detenidos. Los restantes ya habían sido desafectados de sus funciones.
De acuerdo con la CPM, las mujeres alojadas en la seccional de Alberti 702, en La Tablada, fueron sometidas a «requisas vejatorias, que constituyen abuso sexual y que fueron provocadas por agentes policiales mujeres y varones del Grupo de Apoyo Departamental (GAD)».
Por el avance en la causa, la delegación policial fue intervenida y se clausuraron los calabozos.
Según la denuncia, los ataques se agudizaron desde la asunción del subcomisario Leonel Gómez, hasta llegar a las violaciones perpetradas el 19 de diciembre de 2019 y el 5 de enero de 2020.
«A los dos episodios de abuso sexual sobre varias mujeres, en el marco de requisas vejatorias constitutivas de torturas, se suman el aislamiento extremo y la imposibilidad de comunicarse con el mundo exterior que les provocaba desubicación temporal, cuadros depresivos y de angustia», detallo la CPM.
De acuerdo con el ese organismo, «las golpizas eran recurrentes así como las amenazas y humillaciones por cuestiones de género».
