
Luego de más de 100 días en los que casi no hubo noticias sobre el temido COVID-19 en los municipios de la región, los contagios finalmente están apareciendo. En las últimas dos semanas hubo brotes en seis distritos de la zona, así como un recrudecimiento de la situación sanitaria de Bahía Blanca y Coronel Rosales.
Esto puso en alerta a los intendentes de la región, quienes poco a poco, incluso en distritos que se encuentran en Fase 5, están empezando a implementar cada vez más restricciones no sólo para evitar los viajes innecesarios de vecinos a Bahía Blanca, sino también para reducir la circulación en sus propios territorios
Uno de los municipios en los que hubo muchos cambios fue Coronel Dorrego. Allí ya se había registrado un caso, pero los dos que aparecieron el martes de esta semana cambiaron totalmente el panorama. No es para menos: aquel primer contagio había correspondido a un vecino que viajó al exterior y se aisló ni bien ingresó a la ciudad, mientras que los nuevos -madre e hija, de 60 y 24 años de edad- son autóctonos.
Para colmo, 24 horas después se confirmaron 6 casos más y, en la víspera, otro más.
Antes de conocer estos 9 contagios el intendente Raúl Reyes ya había dispuesto reforzar los controles de ingreso y egreso del distrito. La atención, en ese momento, estaba puesta en Bahía Blanca y su creciente número de casos.
“La recomendación es que sólo vayan a Bahía aquellas personas que deban realizar algo impostergable, como un tratamiento de salud. Estamos entrando, tal vez, en el momento más difícil de la pandemia”, había señalado el jefe comunal el 7 de este mes.
Una semana después se registraron los 9 casos, lo que obligó a Reyes a disponer nuevas medidas de prevención. Este jueves, acompañado por sus asesores en materia de Salud, anunció que hasta el 31 de este mes volverán a estar prohibidos los deportes individuales en espacios cerrados (especialmente, gimnasios), talleres de arte y locales gastronómicos.
“También se suspenden las reuniones familiares de hasta 10 personas, y se mantiene la prohibición de ingreso y egreso al distrito cuando no se puede comprobar una actividad esencial o no se cuente con el permiso habilitante”, anunció.
“Tenemos que determinar el origen de este brote y aislar a todas las personas sospechosas. Hasta no tener la certeza de que no tienen el virus, no deben tener contacto con el resto de los vecinos”, indicó Reyes.
El jefe comunal dijo que el distrito sigue en Fase 5, pero con restricciones para controlar el nivel de contagios.

Lo curioso del caso es que, a raíz de lo ocurrido en Coronel Dorrego, y ante la falta de precisiones sobre el origen del contagio, en el vecino distrito de Monte Hermoso el intendente Alejandro Dichiara dispuso el jueves que su municipio pase a la Fase 1 hasta las 13 del lunes próximo.
Dichiara reconoció que tomó la decisión en forma unilateral, con el único objetivo de “ preservar la salud de todos los montehermoseños en el peor momento de la pandemia y achicar el riesgo de contagios teniendo el menor contacto posible, a la espera de saber en qué situación se encuentra Coronel Dorrego”.
La medida implica que, al menos hasta pasado mañana, sólo funcionarán los negocios y establecimientos que brinden servicios esenciales. Además, el acceso estará cerrado tanto para quienes quieran entrar como salir del balneario, salvo “por situaciones excepcionales”.
“Quedan suspendidas reuniones sociales y todas las actividades físicas, así como el trabajo de albañiles, pintores y las obras. Y recomendamos encarecidamente que la gente respete todas las medidas de prevención”, subrayó Dichiara.

Un caso en el geriátrico municipal alteró Puan
Otro distrito en el que hubo muchos cambios en los últimos días es Puan.
Cuando se registró el primer caso -un policía proveniente del Conurbano-, el intendente Facundo Castelli había dispuesto restringir la circulación individual entre la 1 y las 6 de cada jornada; limitar las reuniones privadas en domicilios particulares (de hasta 10 personas) a los domingos y feriados; e implementar un nuevo protocolo para transportistas y proveedores de mercadería e insumos.
La situación parecía controlada, pero la tranquilidad duró poco. Esta semana se confirmó el segundo caso positivo de COVID-19: una persona que vive en la ciudad cabecera, se desempeña en el área de Salud municipal y cumple funciones en el Hogar Geriátrico Municipal «Melvin Jones».
Ante un caso de estas características, Castelli tomó la decisión de prohibir hasta el 28 de este mes las reuniones sociales y familiares, el funcionamiento de bares y restaurantes (ahora sólo pueden vender mediante la modalidad de delivery), los deportes al aire libre o en espacios cerrados, las ferias al aire libre, y las clases particulares.
En cuanto a la circulación, se amplió la restricción de 21 a las 6 de la jornada siguiente dentro del distrito, y se dispuso cerrar los accesos de 22 a 6 de cada jornada (sólo se permite el paso de transportistas locales y casos de emergencias).

“Los proveedores que no residan en el distrito pueden entrar a partir de las 7 y deben retirarse antes de las 17”, se indicó.
El jueves se sumó otra restricción, en este caso para quienes viajen desde Puan a Bahía Blanca.
“Quienes hayan salido antes de las 22 y regresen luego de las 6 del día siguiente deberán realizar obligatoriamente aislamento por 14 días, al igual que sus convivientes”, se señaló.
Este mismo requisito se exigirá a quienes regresen a Puan “luego de haber estado en hospitales por motivos de internación”.
Saavedra, donde hubo 5 casos en las últimas semanas, también se sumó a la lista de los distritos que dieron marcha atrás con las flexibilizaciones.
El intendente Gustavo Notararigo dispuso que, hasta el próximo martes 21, el horario comercial y de circulación será de 7 a 23. Además, no se podrá realizar ningún tipo de reunión social, y los bares y negocios gastronómicos deberán permanecer cerrados. (La Nueva)
