
¿Habrá temporada turística de verano o no?. Hace algo más de una semana la respuesta a esta pregunta, por parte del ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, encendió todas las alarmas. “Es inimaginable que, si no tenemos vacuna, vayan cientos de miles de porteños y bonaerenses a la costa”, había señalado.
Fue tal el revuelo que generaron esas declaraciones que el ministro de Turismo de la Nación, Matías Lammens, y el titular de la cartera de Producción bonaerense, Augusto Costa, tuvieron que salir a poner paños fríos en las últimas horas. El discurso fue casi idéntico: “estamos trabajando para tener la mejor temporada posible”.
Desde Carhué, el titular del Complejo Termal & Lúdico Mar de Epecuén, Rubén Besagonill, descartó la idea de que no haya temporada de verano.

“Lo que puede llegar a pasar, en nuestra ciudad, es que durante el verano no se puedan usar las piletas cubiertas por una cuestión de distanciamiento social, como se hace en las playas y como se hacía antes en Epecuén”, remarcó.
Sin embargo, aclaró que si se suspendiera la temporada estival, la situación no diferiría mucho de la que se está viviendo en estos momentos.
“Es decir, pasaríamos el verano y comenzaríamos a trabajar en nuestra verdadera temporada alta a partir de Semana Santa. Por supuesto, hablando de Carhué; no es el caso de la costa”, dijo.
Monte Hermoso espera una temporada «atípica»

“Para nosotros sería una pérdida tremenda de ingresos -reconoció el secretario de Turismo de Monte Hermoso, Franco Gentili-. Sería algo muy complejo de sobrellevar, sobre todo en el plano económico y social”.
El funcionario dejó en claro que “no tener temporada no es una posibilidad”.
“Eso sí es impensable para nosotros -opinó-. Por eso hace semanas que venimos trabajando con la cartera de Augusto Costa en los distintos protocolos que se aplicarán durante el verano, incluido el de playa”.

Gentili dijo que la pandemia no impactó de lleno en la economía de Monte Hermoso porque sobrevino cuando la temporada 2019/2020 estaba a punto de finalizar.
“Ahora, en octubre o noviembre necesitamos que el turismo se reactive sí o sí. No sólo para generar trabajo, sino también recursos para seguir invirtiendo en la actividad”, indicó.
El funcionario pronosticó una temporada “totalmente atípica”, con restricciones para alojamientos, restaurantes y hasta el esparcimiento en la playa. No descartó incluso que para ese entonces siga prohibida la actividad nocturna y el funcionamiento de cines y teatros.
“Seguramente será difícil. Habrá que aplicar protocolos, o incluso restringir la circulación pública, pero no tener temporada sería mucho más grave”, sentenció.
El presidente de la Asociación de Comercio e Industria montehermoseña, Claudio Biragnet, coincidió con Gentili.
“No tener temporada sería el peor escenario. Una verdadera catástrofe. Aquí el comercio depende pura y exclusivamente del turismo”, señaló. (La Nueva)
