
La caída de solo 67 milímetros fue suficiente para colapsar a la ciudad capital de La Pampa. Los vecinos cortaron calles y las peores consecuencias se pueden apreciar en Villa Tomás Mason y Villa del Busto, donde hubo zonas inundadas y hasta autos arrastrados por la corriente.
Poco después de las 13 horas el cielo comenzó a oscurecerse lo que presagió lo que después ocurrió: precipitaciones y caída de piedra en varias zonas de Santa Rosa y de Toay.

Según el Servicio Metereológico Nacional, cayeron 67 milímetros en una hora. La acumulación de piedra y agua habría sido el desencadenante del colapso de los sistemas pluviales y cloacales.
La zona más afectada fue en el norte de la ciudad. Allí se pudo ver numerosas calles anegadas y autos arrastrados por la corriente generada por el agua.
El agua caída y el granizo acumulado provocaron un colapso del sistema pluvial y cloacal de la ciudad. En varios lugares de esta ciudad capital se puede percibir el olor del desborde cloacal, el cual en algunos barrios es insoportable.
Fuentes explicaron que «la intensidad de esos 67 milímetros y el granizo pueden haber generado complicaciones. Además la tormenta del 18 de diciembre dejó mucha basura y ramas que todavía no han sido evacuadas lo cual puede haber afectado y obstruido los pluviales incrementando los efectos de una lluvia tan intensa».

En inmediaciones de los cuencos de Villa Germinal y el Malvinas Argentinas el agua supera los 50 cm de acumulación. Las imágenes se repiten en varios barrios de esa ciudad. Diario de La Pampa/Diario de Rivera)
