
Un galpón con tres portones, pintado de blanco y celeste. Una cinta de asfalto gris desgranado sobre tierra húmeda removida y un tupido bosque de árboles verdes alrededor. Nada más. Solo con eso, un aeropuerto en Mindiptana, un pueblo con dos habitantes por kilómetro cuadrado, ubicado en la provincia de Papua, a 3700 kilómetros al este de Yakarta, la capital de Indonesia logró en 1945 ganarle las siglas a Mar del Plata.
Hace 74 años, en esa inhóspita tierra, un grupo de aldeanos sonrió para la foto y cortó las cintas de inauguración de su primer y único aeródromo, «Bandar Udara Mindiptana», al que la Asociación Internacional de Transportes Aéreos (IATA, por sus siglas en inglés) le dio la identificación mundial de «MDP«.

Tres años más tarde, en 1948, una escena similar se repetía, pero en la ciudad balnearia de Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina. Era el primer mandato del presidente Juan Domingo Perón.
El Comando en Jefe de la Aeronáutica Argentina notó que la ciudad empezaba a tener mucha actividad aérea y entonces decidió enviar un grupo de hombres para formar la «Base Aérea Militar Mar del Plata».
El 15 de febrero de 1952, Perón firmó un decreto y creó el Destacamento Aeronáutico Mar del Plata. Pero ya era tarde para quedarse con las siglas que les correspondían. Mindiptana se las había ganado, y a los marplatenses no les quedó otra que conformarse con la identificación internacional «MDQ«.

«La IATA pone sí o sí un código de identificación de tres letras para cada aeropuerto del mundo. Como la letra ‘p’ estaba ocupada, nos otorgaron la letra ‘q’, que es la que sigue en el alfabeto», explicó el jefe del Aeropuerto de Mar del Plata, Carlos Ferro. (La Nación)
