Hace 31 años nacía el billete más icónico de la Argentina: el de $100. Por aquel entonces, en tiempos de convertibilidad en el país, valía US$100, pero hoy, no alcanza ni para US$1, y pasó de ser el de mayor denominación en 1992 a no tener suficiente valor para comprar muchos de los productos básicos que se encuentran en la verdulería o el almacén.
Durante 10 años, el billete de $100 no se devaluó. Hoy apenas alcanza para comprar US$0,28 a precio del dólar paralelo y US$0,32 al tipo de cambio oficial en su versión “ahorro”. Solamente quedan dos billetes en el país que valen más que US$1: el de $500 y el de $1000.
El cumpleaños del billete de $100 es el primer día de cada año, fecha en que entró oficialmente en vigencia. “El Decreto del Poder Ejecutivo N° 2128 del 10 de octubre de 1991 dispuso la puesta en vigencia, a partir del 1 de enero de 1992, de la LÍNEA PESO. Se estableció una paridad de un peso ($1) equivalente a diez mil australes (A 10.000)”, recuerda el sitio web del Banco Central.
En sus 31 años de circulación, el peso argentino pasó por la salida de la convertibilidad, devaluaciones, crisis institucionales y años de inflación muy alta.
En términos de kilos de asado, se pueden comprar casi 33 menos: en 1992, un billete de $100 permitía adquirir 33 kilos de carne a $3 cada uno. En 2023, alcanza para menos de 100 gramos.
Medido en paquetes de yerba mate de 500 gramos, son 93 menos en los últimos 30 años. De 93,5 paquetes a poco más de $1 a casi un cuarto de paquete con un valor en góndola que superior a los $360.
Si la comparación se hace con botellas de vino, son 79 litros menos. Hoy apenas alcanza para un cuarto de litro.
Según el precio del tomate, se pueden comprar 115 kilos menos en 2022.
En términos de paquetes de harina, son 302,5 unidades menos.
Para hacer las comparaciones, TN accedió al Índice de Precios al Consumidor de inicios de 1992 y comparó los datos con la última medición del INDEC (noviembre de 2022 contra enero de 1992).
De todos los productos lo que mide el INDEC, un billete de $100 alcanza -según la última actualización- únicamente para comprar un paquete de polvo de flan, que en noviembre de 2022 costaba $74. Ni la sal, ni la harina, ni la leche cuestan $100 o menos.
Fuente: «TN»