Horas antes de que las organizaciones combativas de la Unidad Piquetera acamparan el miércoles pasado en plena Avenida 9 de Julio, en el seno del Ministerio de Desarrollo Social la posibilidad de nuevos cambios en los planes sociales ponía en pie de guerra a la base del Frente de Todos con su propio Gobierno.
Entre funcionarios allegados a Victoria Tolosa Paz y a Emilio Pérsico –jefe del Movimiento Evita y a cargo de la secretaría de Economía Social– se trenzaron en una fuerte polémica por la intención de “saltear” a las organizaciones oficialistas para incorporar modificaciones en el Potenciar Trabajo que incentiven la terminalidad educativa de gran parte de los 1,2 millones de beneficiarios.
El malestar del Evita y las demás agrupaciones nucleadas en la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) llegó al límite el martes, cuando Tolosa Paz tenía casi a punto hacer su anuncio público. Iba a dar a conocer el jueves la iniciativa “Volvé a estudiar”, para que quienes no terminaron sus estudios lo puedan hacer con el aval directo del Ministerio de Educación, pero en reemplazo de las contraprestaciones por las que cobran unos 34 mil pesos mensuales.
Por la negativa de las organizaciones al plan oficial, finalmente se reprogramó para los próximos días –aún sin fecha oficial–, de al menos cuatro fuentes oficiales y territoriales consultadas.
El déficit educativo
La nueva polémica entre Tolosa Paz y las organizaciones oficialistas se explica en el marco de que el 60 por ciento de quienes tienen el plan social no cuentan con la primaria o la secundaria completa. Específicamente son 736.723 personas –124.211 de ellas sin la primaria y 612.512, sin la secundaria–, de acuerdo a la auditoría digital del Potenciar Trabajo que finalizó a mitad de enero pasado, y que llevó a la ministra a dar de baja a unas 100 mil personas que no respondieron el censo obligatorio, lo que a su vez motivó los piquetes de la Izquierda estos días.
De ese 60% que no tiene completos los estudios, según reveló en su momento Tolosa Paz, el 79,2% respondió en la auditoría a través de la app Mi Argentina que quiere “continuar con su trayectoria educativa”. Y, de ellos, el 56% se manifestó estar “muy interesado” en hacer ese camino.
“Hablamos de que el programa tiene características de la producción y el trabajo con tareas sociocomunitarias, pero también con personas que necesitamos que encuentren la salida a partir de la oferta educativa”, dijo Tolosa Paz en una conferencia de prensa el 16 de enero, adelantando la iniciativa que ya estos días tenía encaminada.
La funcionaria impulsó el proyecto sobre la terminalidad educativa junto al Ministerio de Educación –que conduce Jaime Perczyk– y la Secretaría de Innovación Pública –a cargo de Micaela Sánchez Malcolm–. La idea era que la cartera educativa certificara directamente la terminalidad educativa de los beneficiarios. Aunque llegó a haber hasta cuatro reuniones entre funcionarios de segundas líneas de las tres dependencias estatales, la idea de la ministra despertó el enojo de las agrupaciones oficialistas ya que las quitaba del proceso de formación.
En los hechos, según recogió elDiarioAr en las organizaciones, el plan de terminalidad educativa suponía que los beneficiarios del Potenciar dejaran las actividades que hoy realizan como contraprestación en las llamadas Unidades de Gestión (UG), por ejemplo en la obra pública, emprendimientos sociocomunitarios o comedores.
Las UG en su mayoría dependen de las organizaciones –se estima que solo el Evita agrupa a unos 120 mil planes sociales–, aunque también hay beneficiarios que responden a unidades de trabajo que dependen de los municipios, las provincias, asociaciones civiles y hasta la Iglesia.
Los cruces
El cuestionamiento a Tolosa Paz fue unísono entre los piqueteros kirchneristas. La UTEP es el gremio de la economía popular en el que, además del Evita de Pérsico, tributan Somos-Barrios de Pie de Daniel “Chucky” Menéndez –también funcionario en Desarrollo Social– y el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de Juan Grabois, entre otras agrupaciones. “En un ministerio tan loteado, la idea de la ministra tenía un claro componente político, de mostrar algo de gestión. Pero iba a ser pura cosmética. No se la íbamos a dejar pasar, porque iba a terminar con mucha gente cambiando de actividad para terminar los estudios”, se quejó un referente territorial de la UTEP.
“El Potenciar es un programa de trabajo, por lo que trabajar y estudiar tienen que ser las dos cosas compatibles. Y si querés, obligatorias; pero no una cosa o la otra. Sino se rompería el espíritu del programa”, apuntó otro dirigente y funcionario al tanto de las discusiones.
Entre los piqueteros recordaron que la iniciativa de Tolosa Paz se asemejaba al programa “Hacemos Futuro”, que impulsó en su momento el macrismo bajo la gestión de Carolina Stanley, y que tenía como requisito la finalización de los estudios y le quitaba la gestión de las asignaciones a los referentes territoriales.
Incluso está el antecedente inmediato de cuando el antecesor de Tolosa Paz, Juan Zabaleta, suspendió en septiembre pasado unos 40 mil planes por la “incompatibilidad” entre el Potenciar Trabajo y las becas Progresar, que hoy otorga unos 9000 pesos como subsidio para estudiar. Finalmente el jefe de la cartera tuvo que dar marcha atrás y ambos programas se convirtieron en compatibles.
“El anuncio de Tolosa Paz se iba a hacer pero finalmente no va a ocurrir”, comentó desafiante durante la semana un importante dirigente social. “Todavía estamos discutiendo”, avisó, dando a entender que la polémica sigue abierta.
Desde el ministerio confiaron que aún faltan definir detalles para anunciar los cambios en el plan, aunque reconocieron la queja de los piqueteros oficialistas. “No se le va a sacar el vínculo a las organizaciones sociales”, afirmó una fuente. “Falta conversar con la UTEP”, admitió.
Es probable que en la corta semana hábil haya novedades, mientras también está pendiente entre Tolosa Paz y la UTEP discutir una revisión integral de los requisitos que se necesitan para recibir el Potenciar Trabajo, luego de la polémica por el informe de la AFIP que aseguraba que había beneficiarios que habían comprado dólares o tenían bienes a su nombre. Ya en diciembre las agrupaciones oficialistas hicieron su primera movilización hacia Desarrollo Social y Economía –frente a la Plaza de Mayo– cuando estuvo en riesgo el pago del medio aguinaldo de diciembre.
A su vez, en los próximos días además podrían volver los piquetes y acampes de las agrupaciones más combativas por la quita de planes. El principal desafío de Tolosa Paz es con el Polo Obrero y su máximo referente, Eduardo “Chiquito” Belliboni. Se cruzaron muy fuerte públicamente y la ministra lo cortó: “Este no es el ministerio de los piqueteros”. (elDiarioAR)