El papa Francisco pidió este domingo que haya «un derecho a no migrar» para que las personas sean «libres» de elegir si dejar sus países, al tiempo que reclamó que se creen condiciones de «vida digna» en las naciones de origen de los flujos migratorios.
«Hoy se celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, con el tema ‘libres de elegir si emigrar o quedarse'», planteó el pontífice tras el rezo del tradicional Ángelus dominical en Plaza San Pedro.
«Emigrar debería ser una elección libre, nunca la única posible», agregó luego Jorge Bergoglio.
En ese marco, el Papa volvió sobre la idea de que «el derecho de migrar para muchos se volvió hoy una obligación, cuando debería existir un derecho a no migrar para permanecer en la propia tierra».
«Es necesario que a cada hombre y a cada mujer se le garantice la posibilidad de vivir una vida digna en la sociedad en la que se encuentra», reclamó Francisco, para quien «lamentablemente miseria, guerra y crisis climática obligan a tantas personas a huir».
«Estamos todos llamados a crear comunidades abiertas a acoger, promover, acompañar e integrar a quienes golpean a nuestras puertas», enfatizó luego.
Los reclamos del pontífice se dan luego de la visita de dos días que hizo viernes y sábado a Marsella, Francia, para participar de un foro sobre la migración en el Mediterráneo durante la que reclamó a Europa que asuma su «responsabilidad» en el tema y apoyó a las ONG’s que rescatan personas en altamar.