«Llegamos y nos sentamos en las tribunas de colores. De pronto vimos que empezaron a lloverse los focos de las estructuras y una amiga nos insistió que fuéramos a la tribuna lateral porque se veía mejor, pero nos quedamos donde nos poníamos siempre. Cuando comenzó a llover fuerte pasó todo súper rápido. Estábamos en el club desde las 18.30, porque las nenas tenían que hacer la prueba de pista. Todo pasó a las 19.25: vimos como el techo se infló para afuera, volvió hacia atrás, se partieron los vidrios y se derrumbó todo arriba de las personas que estaban ahí».
Lo que iba a ser una fiesta de fin de año para un grupo de patinadoras bahienses, terminó siendo una tragedia para toda la comunidad.
El destino hizo que Jennifer Pérez (28) y Maitena Carmona (16) puedan narrar hoy lo que vivieron el pasado sábado en Bahiense del Norte, cuando se desmoronó una pared, tras el temporal que azotó a la ciudad. Y remarcan: «No fue en pleno show como dicen, sino hubiese sido aún peor todo».
Jennifer había ido junto a su hermana Maitena a llevar a su hija y a su ahijada al cierre de año del grupo del barrio Noroeste.
«No había tanta gente aún, porque el show no había arrancado y las entradas las habían empezado a vender a las 7. Había unos tres clubes participando del evento. Nosotros vimos como se cayó todo en dos segundos. Salimos corriendo e incluso nos perdimos entre nosotras», abrieron el relato.
Y Jennifer continuó contando lo vivido: «Se hizo todo polvo, la gente empezó a correr para todos lados, casi oscuro, nos empujábamos entre todos. La luz se cortó recién después de caerse la pared, pero había mucho polvo. Había gente que salía y otra que quería entrar para ver qué había pasado tras escuchar el golpe y los gritos. Perdí a mi hermana y a mi ahijada, por lo que salí a la calle a pesar de que no me dejaban y justo se cayó un árbol muy cerca mío y volví a meterme, porque me pudo avisar que estaban en el gimnasio de basquet. Luego ya se cortó la luz y la señal».
«Nos quedamos todos en el gimnasio de básquet; había gente que te calmaba, pero otras personas te empujaban. No sabría cuántas personas había, pero era todo un caos de gritos y corridas. Me tocó ver cómo sacaban a una nena chiquita desmayada desde los escombros. En la tribuna había mucha más gente grande, porque las nenas ya estaban con las pruebas de pista», recordaron.
Ante semejante situación, las hermanas no dejaron de agradecer la labor de las encargadas de las patinadoras.
«Quiero destacar a Moni Techera, la profesora, y Chela, la encargada del grupo, quienes se encargaron de juntar y resguardar a las nenas. Sin luz ya no podíamos comunicarnos. A las 8 y media comenzaron a evacuar el club. Para nosotras pensábamos que era la pared completa, aunque después vimos que era solo la parte de arriba. Nuestras nenas no sufrieron ninguna lesión. Las nenas nos decían que en donde estaban las chapas se movían y las iban corriendo de un lugar a otro. A lo último nos llevaron al edificio de al lado, porque en el gimnasio ya no se podía respirar», dijo Jennifer.
La tragedia vivida en el club ubicado en calle Salta dejó 13 personas fallecidas. Para las hermanas será algo que no olvidarán jamás.
«Escuchar como gritaba la gente fue muy fuerte. A su vez que la gente que estaba en esa tribuna cuando sintió el ruido miró hacia arriba y se encontró con la pared de frente. Para nosotros fue eterno, pero fueron solo segundos en que se vino todo abajo», cerraron.
(La Nueva)