El tres veces gobernador de Tucumán José Alperovich sabrá hoy si es o no condenado por abuso sexual tras la denuncia de nueve hechos que le hizo su sobrina y exasesora ocurridos entre 2017 y 2018, tanto en Buenos Aires como en la provincia norteña.
Se trata de sucesos por los cuales la querella reclamó la pena de 22 años de prisión y el fiscal de 16 años y seis meses, sumado a la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos y la inhibición general de bienes para reparación de la víctima.
Alperovich está obligado a concurrir hoy al veredicto en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 29 de la Ciudad de Buenos Aires y lo hará bajo custodia, tal cual lo definió el juez Juan Ramos Padilla.
Al pedir la condena, tanto la fiscalía como la querella reclamaron que el exmandatario sea detenido, por lo que además de resolver si es o no culpable, el Tribunal tendrá que definir si va preso en caso de recaer condena.
Por ahora, Alperovich siempre estuvo en libertad tras haber sido denunciado en noviembre de 2019 y sólo cuenta con prohibición de salida del país.
El representante del Ministerio Público Fiscal, Sandro Abraldes, pidió el pasado 11 de junio que el exfuncionario sea condenado a 16 años y 6 meses de prisión por abuso sexual agravado.
«Alperovich tejió una red con la que atrapó a la joven. Usó tres técnicas para derribar sus defensas: una ostentación de riquezas materiales, una demostración del liderazgo político y, paralelamente, se encargaba de denigrarla y rebajarla», dijo.
El fiscal consideró que todos los sucesos de violencia sexual se cometieron «mediando intimidación y con abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad».
Después, consideró que este proceso era «un juicio a la impunidad del poder» e hizo foco en que la víctima siempre estuvo en un escenario de sometimiento.
Para el fiscal, Alperovich se valió de su superioridad para concretar los abusos. «Avasalló totalmente a la víctima, la convirtió en un objeto de su placer sexual», dijo.
«Alperovich le repetía que su crecimiento dependía de ella», agregó el fiscal. «No es así: no había límites en el crecimiento de la joven en la medida de que no le pusiera límites a él». «En rigor de verdad, su excesivo profesionalismo en el plano laboral era una forma de sobreadaptarse a los ataques sexuales y era la forma en la que escondía su imposibilidad de escapar de la situación».
Un día antes del pedido de la Fiscalía, la querella que representa a la denunciante pidió que el exgobernador tucumano sea condenado a 22 años de prisión por ser «el autor» de las «violaciones» que sufrió la joven.
«Ha cometido varios hechos de abuso sexual, era su secretaria privada y sobrina segunda», dijo la abogada Carolina Cymerman. Mientras seguía describiendo lo que calificó como un «ataque», Alperovich se tomaba su rostro con las manos y lloraba. (Perfil)