Durante el receso invernal, el astroturismo propone disfrutar de cielos nocturnos, observar la inmensidad del universo, las estrellas y varios fenómenos astronómicos en los destinos turísticos bonaerenses. En los paisajes de las sierras, campos o playas se pueden vivenciar estas experiencias con guías especializados y charlas técnicas y filosóficas, lejos de la saturación lumínica urbana. Aunque con los instrumentos adecuados, también desde las ciudades se puede vivir esta experiencia única para conectar con el cosmos.
Epecuén, un pueblo cargado de magia
Esta pequeña localidad ubicada en el partido de Adolfo Alsina, quedó sumergida en las aguas del lago Epecuén en el año 1985. En la actualidad el pueblo que fue abandonado por la inundación emerge de sus ruinas y atrae a personas curiosas de todo el país. Un lugar fascinante para quienes disfrutan de la exploración urbana y la historia de este fenómeno natural: por la cantidad de sal del lago, las construcciones y árboles quedaron petrificados.
“Epecuén y Carhué también son cada vez más visitados por quienes aman los cielos oscuros y la fotografía”, contó Viviana Castro, coordinadora de Turismo.
Recorrer durante la noche este circuito, entre el silencio, los restos de lo que fue una ciudad y la oscuridad inmensa provoca sensaciones conmovedoras. Una atmósfera misteriosa lo envuelve todo.
En 2016, Daiana Castro, hija de nativos del pueblo y aficionada a la astrofotografía, impulsó la iniciativa Epecuén de Noche: talleres teóricos y prácticos de fotografía para visitantes, sobre enfoques nocturnos, larga exposición y encuadres, y caminatas sin linterna bajo la luna provocan a los ojos para que se habitúen y puedan apreciar la belleza del firmamento nocturno.
Durante la travesía, habitantes del pago cuentan relatos históricos en este escenario hipnótico. “Hay mil lugares para hacer fotos y gracias a dios siempre tuvimos el cielo despejado. No suele haber nubes, tenemos un cielo privilegiado”, aseguró Castro.
Con alojamientos para todos los públicos, un corredor termal ideal para relajar el cuerpo y obras emblemáticas del arquitecto Francisco Salamone, es un destino bueno, bonito y bonaerense. (DIB/Foto Portada Gerard Alcorta)