Rosario Central se impuso por 1-0 en el clásico rosarino y se quedó con el segundo del año en el Gigante de Arroyito, en un final que presentó el juego que careció la mayoría del encuentro. Luego del gol anulado a Newells y la roja posterior, el Canalla aprovechó el tiro libre que terminó por darle los tres puntos y escalar en la tabla de la Liga Profesional.
En el final del partido afloró todo lo que había escaseado en un primer tiempo en el que predominó el miedo a perder. Ninguno de los dos equipos se soltó y en esos primeros 45 minutos y hubo una gran economía de emociones. El Canalla merodeó un poco más el área contraria, pero careció de profundidad. Jonatan Gómez, O’Connor y Campaz no lograron generar juego ante un rival que procuró mantener el orden, con un 4-4-2 firme y compacto, plantado poca distancia entre líneas. El local, empujado por le necesidad de demostrar ante su público, ejerció presión, pero no tuvo inventiva. Nadie se animó a arriesgar con un pase profundo. Y mucho menos con una gambeta. La Lepra se asomó poco: no logró progresar en el campo, aunque tampoco sufrió porque cubrió bien los espacios. Así, la primera etapa transcurrió en la monotonía. No hubo ninguna situación clara de gol. Lo que vio en el campo de juego no estuvo a la altura de la euforia que se propagaba por las tribunas repletas del estadio Gigante. El momento de mayor tensión fue cuando Marco Ruben tuvo que ser reemplazado por una molestia en la cara posterior del muslo derecho.
Newell’s se envalentonó, se animó a soltarse un poco más y creció en el arranque complemento. Tras un tiro libre, Martino metió la pelota al medio e Ibarra la empujó a la red. El gol en contra silenció a todo un estadio que luego celebró como un gol a favor cuando la acción no fue convalidada tras la revisión del VAR. Allí se detectó un ostensible offside de Martino, quien luego cometió un error grosero que condicionó a la Lepra y frenó su envión: se hizo expulsar por irle con la plancha y al mismo tiempo goentrarle arriba a Kevin Ortiz. Central mejoró tras la roja. Conducido por Malcorra, fue al frente con un nivel de decisión que no había mostrado en todo el partido. Y de un tiro libre de Nacho, con su zurda excelsa, nació el gol del triunfo: Macagno dio rebote y Mallo lo fusiló.
Central resistió en los minutos finales y festejó a lo grande. A Newell’s, que venía de ser goleado por Estudiantes, se le generó un incendio.
