Como antecedente, la empresa cerró otra de sus plantas localizada en la provincia de San Luis en noviembre del año pasado y en ese momento culpó al gremio y a la falta de apoyo provincial para sostener las fuentes de trabajo.
Lo cierto es que la situación en Dánica refleja una problemática más amplia en el sector industrial argentino, donde las empresas buscan reducir costos laborales en un contexto económico desafiante, mientras los trabajadores luchan por mantener sus derechos y condiciones laborales.
A medida que se acerca la fecha de cierre, la incertidumbre y el descontento crecen entre los empleados y la comunidad de Llavallol. La falta de claridad sobre el futuro de los trabajadores y el impacto económico en la región plantea interrogantes sobre las políticas industriales y laborales en Argentina.
(Ambito)