Manchester City no pasó sobresaltos y se impuso por 2-0 sobre Wydad Casablanca en su debut por el Mundial de Clubes. Con goles de Phil Foden y Jeremy Doku, los Citizens de Pep Guardiola, que contaron con la vuelta a las canchas de Rodri Hernández y terminaron con diez por la expulsión de Rico Lewis, sumaron sus primeros tres puntos en el Lincoln Financial Field y empezaron a encaminar la clasificación en el Grupo G, que también tiene a Juventus, que se medirá a las 22.00 con Al Ain.
Al Hilal sorprendió y empató con el Real Madrid
Soñaba otra cosa. Cuando cerró el 2024 con cinco títulos, dos de la temporada que acaba de terminar, el desafío era subir la vara e ir por siete. Pero después de esas dos primeras conquistas, que fueron la Supercopa de Europa y la Intercontinental, el Real Madrid se desmoronó hasta llegar al fin del tremendo ciclo de Carlo Ancelotti con cero vuelta olímpica en 2025. Impensado. Y su estreno en el Mundial de Clubes, ya con Xabi Alonso en el banco, estuvo lejos del fútbol galáctico de otros tiempos y no la pasó bien con Al Hilal en el estadio Hard Rock de Miami, más allá del resultado final.
Tal vez porque nunca tuvo ganas de jugar este torneo al que lo vinieron a ver más hinchas que tiene en Latinoamérica que desde España. Tal vez porque el calor de Miami resulta insoportable, siempre alrededor de los 30 grados, húmedo y pesado. Tal vez porque no le gusta y se fastidian por el juego que proponen los equipos que no son europeos, con roces, agarrones y choques. Encima, un Madrid sin Mbappé, con todo lo que eso implica…
Así las cosas, Al Hilal sorprendió con tres chances claras en los primeros minutos, incluso exigiendo a Courtois. Proponiéndole un juego friccionado, con agarrones y empujones. Esperando, presionando cuando el rival avanzaba, cortando y saliendo rápido con velocidad, pases precisos y verticalidad.
Frente a un Madrid que cometió faltas fuertes, estuvo al borde de un penal, y hasta Vinicius se llevó una amarilla por simulación (del árbitro argentino Tello). Desconcertado, pesado, lento, aburrido, como si supiera que su momento llegaría alguna vez.
Pero, mientras tanto, a los 18 minutos el equipo de Arabia Saudita llegó hasta abajo del arco y le anularon un gol al brasileño Renan Lodi por posición adelantada. Ni eso despertó a los galácticos de Xabi Alonso. Con pases entre los defensores y los volantes centrales, sin encontrar a Bellingham, sin explotar a Vini ni Rodrygo.
Pero como tal como se podía esperar, porque es el Real Madrid y le sobra talento, en la primera que agarró mal parado al rival, Valverde se encontró con Rodrygo, Gonzalo García entró solo para definir (mal, con los dos pies) y abrir el marcador a los 34 minutos.
Pero a los 39, a tono con la primera parte del partido, Raúl Asencio agarró a Marcos Leonardo dentro del área, Tello cobró sin dudar y Rúben Neves lo empató con un penal.
El primer tiempo cerró con una chance clara de Al-Dawsari y arrancó con otra de Marcos Leonardo. Aunque enseguida empezó a verse a un Merengue mucho más decidido, obligando a su rival a poner hasta a ocho jugadores dentro de su área. Ya con un esfuerzo sobrehumano, dejando la vida. Y manteniendo latente la posibilidad de lastimar en alguna corrida.
Un final tremendo
Se esperaba otra cosa. Sus hinchas latinoamericanos y del resto del mundo, querían ver esa galáctica camiseta blanca pudiera brillar en su máximo esplendor. En los minutos finales, Bono le tapó un penal a Valverde. Real Madrid empujó hasta el cierre, pero no logró quebrar a un equipo árabe que dio un cimbronazo mundial.