
Un día después de la detención de Fabián Ayciriex (49), acusado de atacar con un rebenque a Marcelo Delgado (43) durante una competencia en un centro tradicionalista de Felipe Solá, en el partido de Puan, habló Rodolfo, el padre de la víctima. En diálogo con el programa «Bahía Hoy», por La Brújula 24, describió la gravedad del hecho y aseguró que su hijo “se salvó de milagro”.
Según explicó, Delgado fue dado de alta en Santa Rosa, aunque deberá permanecer entre 10 y 15 días en esa ciudad por un coágulo que aún afecta su habla. “No lo mató porque Dios no quiso. A un centímetro más, según los médicos, lo mataba”, afirmó Rodolfo.
El episodio se habría originado por la apertura anticipada de la gatera mientras la nieta de Rodolfo intentaba montar su yegua. El movimiento inesperado del caballo casi provoca un accidente grave. “Ahí mi hijo se puso mal y fue a reprocharle lo ocurrido al chico que abrió la gatera. El pibe no tiene experiencia, lo pusieron en un lugar que no es para cualquiera”, relató.
Sin embargo, según comentarios que llegaron a la familia, el golpe no lo dio ese adolescente sino otra persona: “Vino de atrás y le pegó un semejante garrotazo que casi lo mató”. Rodolfo señaló que se trató del presidente de la institución, quien además es su vecino. “Tenemos la casa pegada. Hace diez días me vino a pedir permiso para usar mi pared para un garaje, y ahora está preso”, contó con desconcierto.
El padre diferenció el ambiente de las carreras de caballo del de la destreza criolla, señalando que esta última es “más picante” y con menor profesionalización. También cuestionó que se ponga a manejar la gatera a jóvenes sin experiencia: “Es un oficio. No es para cualquiera. Un error puede lastimar jinetes y generar un desastre”.
A pesar de la gravedad del ataque, sus hijos le pidieron que no avance más allá de la denuncia ya presentada. “Me dijeron ‘papi, nosotros no somos de esa gente, dejá todo como está’. Yo hice lo que corresponde como padre, nada más”, sostuvo.
El caso sigue en manos de la Justicia, mientras la comunidad de Puan sigue conmocionada y el agresor continúa detenido. Rodolfo, aún dolido, cerró con una frase que resume el impacto de lo ocurrido: “Le partieron la cabeza a mi hijo por una pelea absurda. Yo no soy de problemas, pero esto no se puede dejar pasar”.
(La Brújula 24)

















