La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó un pedido de recusación contra el juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti en la causa “Vialidad”, donde fue condenada a seis años de prisión por direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz.
Si el apartamiento de Lorenzetti fuera aceptado, el máximo tribunal quedaría con apenas dos miembros activos para intervenir en el expediente: Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. Para completar el tribunal, debería convocarse a un sorteo entre los conjueces habilitados.
La presentación judicial se apoya en declaraciones recientes que Lorenzetti hizo en una entrevista televisiva, donde —según la defensa de Fernández de Kirchner— dejó entrever un posicionamiento político incompatible con la imparcialidad que exige su rol. La entrevista fue emitida el jueves 1 de mayo y, para la exmandataria, sirvió como confirmación de presuntas presiones previas a la votación en el Senado del pliego de Ariel Lijo, propuesto por el Gobierno como nuevo integrante de la Corte.
A través de la red social X (antes Twitter), Kirchner vinculó directamente a Lorenzetti con “maniobras” que buscan sacarla de la escena electoral. “Las interpretaciones de terceros ajenos al respecto no dejan lugar a dudas acerca del verdadero objetivo que persigue el funcionario recusado: dejarme fuera del proceso electoral inminente”, escribió. Además, sostuvo que las supuestas amenazas veladas que se publicaron en el diario Clarín antes de la votación del pliego de Lijo fueron ratificadas por el propio magistrado “casi un mes después” en ese reportaje televisivo.
La exvicepresidenta también remarcó que el rol de Lorenzetti en la nominación de Lijo fue señalado públicamente por una senadora nacional durante una sesión en el Congreso, sin que él respondiera o desmintiera las acusaciones. “Nada nuevo bajo el sol: PROSCRIBIR es el verbo… y el sujeto, el PERONISMO”, concluyó.
(BAE)