El Banco Central de la República Argentina (BCRA) dispuso una serie de cambios normativos con el objetivo de incentivar el uso de dólares dentro del sistema financiero formal. En esa línea, suspendió un régimen informativo que obligaba a los bancos a reportar con antelación ciertas operaciones cambiarias, medida que entrará en vigencia a partir del lunes 23 de junio.
Adiós al anticipo de operaciones mayores a u$s 100.000
A través de la Comunicación «A» 8261, oficializada el pasado viernes, el organismo que preside Santiago Bausili eliminó el régimen informativo de «Anticipo de operaciones cambiarias», vigente desde 2019. Hasta ahora, las entidades financieras debían notificar al BCRA, con al menos 48 horas hábiles de anticipación, cada operación de compra o venta de divisas que superara los u$s 100.000. Esta obligación aplicaba tanto a personas humanas como jurídicas.
Con la nueva disposición, los bancos y casas de cambio ya no deberán anticipar ese detalle de forma previa, lo que representa una flexibilización en el acceso al mercado oficial para determinadas transacciones de gran volumen.
La medida se inscribe dentro de la hoja de ruta del Gobierno nacional para normalizar el mercado cambiario y desmontar restricciones heredadas. Aunque en los últimos meses se han dado señales de apertura para las personas físicas, las empresas aún operan bajo un esquema de regulaciones más estricto. En este contexto, la eliminación del régimen informativo se presenta como un paso hacia una mayor liberalización, en sintonía con la mejora en la posición de reservas del BCRA.
Bopreal: fuerte demanda en la nueva licitación de bonos en dólares
En paralelo a estos anuncios, el Banco Central concretó el miércoles la primera licitación de la Serie 4 de los Bopreal (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre), en la que adjudicó la totalidad de las ofertas recibidas por un monto nominal de u$s 810 millones.
Según detalló la entidad en un comunicado oficial, esta nueva serie de bonos tiene como finalidad resolver desequilibrios del mercado de cambios, particularmente en relación con deudas comerciales acumuladas con el exterior. Se trata de una herramienta diseñada para canalizar compromisos de empresas privadas con proveedores internacionales y casas matrices, estimados en torno a los u$s 50.000 millones.
El instrumento, enmarcado dentro de la Fase 3 del Programa Económico lanzado en abril, busca complementar la flexibilización de flujos y avanzar en la normalización del régimen cambiario. De acuerdo con estimaciones de Romano Group, el precio de colocación se habría ubicado entre u$s 85 y u$s 87, lo que implica una tasa de rendimiento anual del 8,4 % y un dólar financiero (CCL) estimado en $ 1405, con una brecha del 19 %.
Desde el sector financiero, analistas ven con buenos ojos la llegada de esta nueva serie. Melina Di Napoli, de Balanz, consideró que el Bopreal 4 representa una alternativa en dólares con riesgo moderado, rendimiento competitivo y menor volatilidad en comparación con los bonos soberanos más cortos, como el AL29 o el GD30.
Con esta colocación, el Banco Central busca resolver un pasivo heredado por la gestión anterior, cuando, en medio de la escasez de reservas, se postergaron pagos de importaciones. Durante ese período, muchas empresas optaron por financiarse con proveedores y aprovechar oportunidades de carry trade, acumulando así una deuda externa comercial que hoy supera en u$s 20.000 millones su promedio histórico.
Con este doble movimiento —la desregulación parcial del mercado cambiario y la profundización del esquema de bonos en dólares— el Gobierno reafirma su estrategia de ir desarmando cepos y fomentar la canalización de divisas al sistema financiero. El resultado dependerá, como siempre, del delicado equilibrio entre expectativas, confianza y reservas. (Ámbito)