Pablo Novak, conocido mundialmente como “el único habitante de Epecuén” tras la trágica inundación de 1985 que dejo la ciudad en ruinas, fue inmortalizado en una gigantografía que puede verse en el acceso a la ex villa turística.
Novak, de 92 años, es objetivo constante de periodistas y fotógrafos, las redes sociales terminaron convirtiéndole en una persona de fama mundial, sobre todo después del film que filmara el ciclista Danny McAskill hace algunos años en lugar y de la entrevista que le realizó la B.B.C de Londres
Conocedor como pocos de los secretos de las ruinas que quedaron una vez que se retiraron las aguas, Pablo Novak recibió el merecido homenaje por haber sido el último habitante y guardián del lugar durante las últimas décadas, y -justamente en su cumpleaños número 90- fue declarado Embajador Cultural y Turístico de Adolfo Alsina.
Con el correr de los años, Novak se ha transformado en una personalidad amada e indiscutida y durante este receso invernal cuando los turistas lleguen a las ruinas de Epecuén se encontraran con la gigantografía de Don Pablo para llevarse la foto como recuerdo de su visita.