Alejada de todo entendimiento o reclamo judicial en su nombre, la famosa mona Panchita continúa afincada en las Sierras de Córdoba. El primate de la especie Alouatta caraya continúa en el santuario Proyecto Carayá, en La Cumbre, el primer y único centro en Argentina de este tipo y uno de los pocos en el mundo que trabaja con el carayá negro, como indica la organización.
Alberto Efraín Sallago y Nélida Mabel Borioni presentaron un habeas corpus ante el Juzgado Federal N° 1 de Córdoba capital, a cargo del subrogante Alejandro Sánchez Freytes. Argumentaron que la acción judicial era procedente porque el animal es una persona no humana y que se encuentra privada de su libertad de manera arbitraria e ilegal.
El caso de Panchita
Sallago contó que en 2005 su hijo viajaba habitualmente con su camión a Chaco y que durante uno de esos viajes vio al costado de la ruta a una monita que se encontraba sola y con grandes posibilidades de morir. La cargó, al parecer, con la intención de salvarle la vida.
Desde allí, Panchita fue adoptada como un integrante más de la familia y la llevaban con frecuencia a una veterinaria de Bahía Blanca que les indicaba qué cuidados debían darle para su desarrollo y subsistencia. “Es única, muy inteligente; copiaba lo que veía. Jugaba, se subía a nuestros hombros cuando la llevábamos a pasear. Andaba suelta, la llevábamos a un parque. Siempre andaba con nosotros; se subía arriba de las plantas”, indicaron en la causa.
Sallago y Borioni contaron que en marzo de 2023 la Brigada de Control Ambiental del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación realizó un allanamiento por presuntas infracciones a la ley 22.421 (conservación de la fauna), y la primate fue secuestrada en la ciudad de Carhué y trasladada a La Cumbre, donde fue depositada en el santuario Proyecto Carayá.
La pareja presentó un amparo contra el Ministerio de Ambiente de la Nación y el Ministerio de Desarrollo Agrario de Buenos Aires para que le restituyeran a la mona como cuidadores responsables, pero la Justicia Federal de Bahía Blanca se declaró incompetente en razón del territorio y dispuso su remisión al Juzgado Federal de Pehuajó, que rechazó in limine la acción y la medida cautelar. En 2023, la Cámara Federal de La Plata confirmó el fallo de primera instancia, según publicó Diario Judicial.
Pedido de habeas corpus en Córdoba
En la presentación realizada los últimos días ante el juez Sánchez Freytes, los accionantes indicaron que, para ellos, el lugar donde se encuentra el animal es ilegal por supuestas irregularidades que –según ellos– la organización Proyecto Carayá tendría para funcionar. Y que el encierro que sufre Panchita es ilegítimo, porque ningún órgano jurisdiccional por los cuales ha pasado la causa tomó verdaderas medidas para averiguar las condiciones de detención en las cuales se encuentra.
Indicaron que de ello se deriva la vulneración de una amplia gama de derechos y garantías constitucionales, como los principios de congruencia, imparcialidad e inviolabilidad de la defensa en juicio, entre otros.
Además, recalcaron que el lugar donde la mona fue alojada no se condice con los requerimientos mínimos en los que debería desarrollarse el mono carayá, como las selvas de Chaco, Misiones o Corrientes, y no el crudo invierno de La Cumbre.
También señalaron que era imposible su eventual reinserción, por su avanzada edad (17 años viviendo en el seno de la familia de los accionantes y por haber transcurrido toda la vida dependiendo de ella). Solicitaron al juez que hiciera lugar al habeas corpus y se los designara provisoriamente como depositarios judiciales.
Rechazo del juez
El juez Sánchez Freytes corrió vista al fiscal N° 3, Maximiliano Hairabedian, quien dictaminó que, en vista de que Panchita estaría privada de su libertad en La Cumbre, resultaría competente territorialmente el Juzgado de Control de Cosquín para entender en la causa.
Sánchez Freytes rechazó el habeas corpus porque no se cumplían ciertos requisitos contemplados en la ley 23.098, sin los cuales el pedido no podía prosperar.
“La acción de habeas corpus se reserva específicamente para personas humanas, y ello surge de la literalidad misma de la ley, al referirse que para que prospere la acción debe tratarse de una privación ilegal, o el agravamiento de una privación ordenada conforme a derecho, o que se encuentre en peligro la libertad ambulatoria de una persona”, recordó el magistrado.
Sánchez Freytes señaló que existe una gran variedad de normativa referida a la protección de la fauna autóctona (como ser la ley 22.421, de Conservación de la Fauna) o el mandato mismo de la Constitución Nacional (artículo 41, que ordena a las autoridades velar por la protección del patrimonio natural del territorio).
“Todo ello da cuenta de que existen otras vías previstas en nuestro ordenamiento jurídico que tienden a tutelar los intereses y la protección de seres vivos no humanos, toda vez que los mismos son susceptibles de una tutela por tratarse de bienes jurídicos importantes, pero que poseen sus propios recursos y vías para velar por ellos”, indicó.
“Sallago y Maldonado pretenden recuperar a la primate alegando ‘buena fe’ en su posesión, pero reconociendo que su tenencia fue ilegítima en su origen, al haberla extraído de un hábitat natural, circunstancia vedada por la ley 22.421 y su reglamentación”, advirtió el juez.
Al respecto, remarcó que la familia utilizó el recurso de habeas corpus “con la ulterior intención de recuperar la pertenencia de la primate, lo cual por un lado desnaturaliza la acción; y por el otro, intentan un reconocimiento por parte de la Justicia en legitimar una tenencia que al resguardo legal desde su origen –y sin importar el paso del tiempo– continúa siendo ilegal”.
Sobre las condiciones climáticas de la ubicación del santuario, en La Cumbre, cuestionada por los actores por la presunta peligrosidad para la salud de Panchita, indicó que en el mismo lugar hay más de 170 monos de la misma especie que habitan de forma permanente allí.
“No obstante ello, si bien puede que el clima en invierno sea más riguroso que el de los lugares de hábitat natural de la primate, no es muy distinto al clima de la localidad de Carhué –que en invierno registra temperaturas bajo cero–, donde se encontraba el animal y adonde se pretende que sea restituido”, dijo.
“La reserva donde se encuentra alojada no es un zoológico –como lo esgrimen los solicitantes–, sino que se trata de un centro de primates y de animales salvajes que han sido rescatados del mascotismo, tráfico ilegal o provenientes del rescate producto de la destrucción del hábitat”, remarcó el juez.
“El trabajo de tipo ex-situ que realiza dicha organización tiende a que el animal rescatado pueda llegar a tener una vida lo más parecida posible a la que tendría en su hábitat natural de origen. Dicho por ellos mismos en su página web oficial, ‘les enseñamos a los monos a volver a ser monos’, con los debidos cuidados y de forma progresiva”, agregó.
“Además, hay que remarcar en este punto que el programa se encuentra bajo monitoreo de las autoridades provinciales competentes, por lo que si hay indicios de violencia sobre el animal, se tendrá que intentar en el fuero de la Justicia provincial, jurisdicción de La Cumbre, tal como lo dictamina el representante del Ministerio Público Fiscal”, explicó para rechazar el pedido.
Alejandra Juárez, directora de la organización, explicó al diario cordobés La Voz del Interior que Proyecto Carayá “está habilitado por la Provincia. Si no estuviéramos inscriptos en fauna de la Provincia, no podríamos existir. Estamos con los papeles en orden y reconocidos por Fauna de la Nación”.
“La mona vivía en una parrilla (de Buenos Aires). Era el atractivo de la parrilla y estaba suelta (durante el horario comercial). Pero después vivía en una jaula”, contó la referente. Actualmente, “está rebién, está en un grupo. No la podemos liberar porque está supeditada a un sumario (judicial)”.
A pesar de que es una mona bastante mayor, con un problema de cadera y los colmillos limados, “está en perfectas condiciones”, agregó Juárez y recordó que los monos de la especie son procedentes del noroeste del país y claramente no originarios de los climas de Córdoba y de Buenos Aires.
“Córdoba no es el clima para los monos. Carhué tampoco es el clima para los monos, porque es el sur de Buenos Aires”, indicó.
Al menos por ahora, Panchita seguirá en La Cumbre.
(Con información de La Voz)