La historia análoga de la famosa telenovela turca Esposa Joven, que salió a la luz en 2019 en Coronel Suárez, cuando se ventilaron detalles de un casamiento convenido de una chica de 13 con un hombre de 45 tuvo un nuevo capítulo.
Lo escribió el «protagonista», identificado como Daniel Eduardo Sandoval, hoy de 56 años, quien deberá seguir en condición de encarcelado.
Es que la Cámara Federal de Casación Penal acaba de rechazar un recurso de la defensa del «marido» para que reciba el beneficio del arresto domiciliario.
Sandoval cumple una pena única a 12 años de prisión, que dictó a fines de 2023 el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Bahía Blanca, no solo por esta unión forzada (habitual en las familias de origen gitano y considerada como estupro) sino por ser acusado de abuso sexual de una chica de 11 -hermana de la otra joven- y cuyo delito de alguna manera fue facilitado por sus padres, también sentenciados. Los hechos fueron entre 2013 y 2016.
Lo particular del caso que la «esposa», hoy de 24 años, había tomado con «normalidad» la relación y decía que nunca había sido forzada, pese a ser tan joven cuando todo comenzó.
De hecho ambos tienen tres hijos, que hoy están a cargo de su madre, y ese fue uno de los motivos de Sandoval para plantear el pedido, que fue rechazado por mayoría de opiniones de la Sala I de Casación.
Los jueces Carlos Mahiques y Gustavo Hornos estuvieron de acuerdo con la decisión del tribunal bahiense -dispuesta en junio del año pasado- de mantenerlo en la cárcel, mientras que su colega Ángela Ledesma consideró necesario estudios más específicos para resolver.
Sandoval hoy cumple la pena en la Colonia Penal N° 12 de Viedma.
Su defensa alegó arbitrariedad en la decisión, en particular a partir del superior interés del niño y una falta de intervención de asesores de menores en la incidencia.
En la evaluación procesal, el doctor Marcelo Helfrich, a cargo de la Unidad Funcional para la Asistencia de Menores de 16 años, adjuntó breves notas, en las que indicó cuáles serían los beneficios en la vida de los menores involucrados con la concesión del beneficio solicitado.
Sin perjuicio de ello, recordó que Sandoval se encuentra incorporado al Programa de Ofensores Sexuales, por lo que corresponde analizar la viabilidad del arresto domiciliario, a partir de las conclusiones arribadas en el marco de ese programa.
Por otra parte, tanto la fiscalía como la defensora pública de solicitaron el rechazo del recurso de apelación y pidieron que Sandoval continúe entre rejas.
Las posturas
Maiques consideró que el tribunal local «expresó adecuadamente» las razones de su decisión y que no se verifica -ni la defensa logra demostrar- la supuesta arbitrariedad.
Dijo que fue descartado que los hijos de ambos estén en una situación de riesgo o vulnerabilidad y que la madre no sería la única persona a cargo de los niños sino que la abuela materna vive en otra casa en el mismo terreno.
Coincidió el juez de Casación con que «no se advierte una situación real y específica de desamparo» y que, por otro lado, está claro «el interés» del acusado «por relacionarse sexualmente con mujeres menores a lo largo de su vida», hecho que potencia el riesgo en caso de otorgarle la domiciliaria.
«El dispositivo de vigilancia electrónica para la prisión domiciliaria supone la supervisión de la presencia del nombrado en el domicilio, no así en qué ambiente del mismo ni el contacto del usuario con otras personas dentro de la vivienda», se explicó.
«No se configura una situación excepcional que justifique la concesión del arresto solicitado», agregó Mahiques.
Su colega Hornos, en tanto, coincidió con este último punto y también rechazó, mientras que Ledesma remarcó el interés de los niños y pidió invalidar el trámite y reenviar las actuaciones al tribunal bahiense para que incorpore nuevos informes para dictar nuevo pronunciamiento.
En definitiva, dicho dictamen quedó en minoría y prevalecieron los dos votos iniciales, que ordenaron mantener a Sandoval en la cárcel.
A los padres también los sancionaron
Cambio. El tribunal local había absuelto a los padres de las niñas pero Casación revocó ese fallo y consideró que «no las cuidaron».
Facilidad. Las dos menores, «M» y «J», declararon que sus padres «propiciaban» los encuentros y que Sandoval -albañil y árbitro de fútbol- aportaba dinero a la familia.
Regalos. «M» contó que lo conocíó cuando tenía 12 y que le hacía regalos.
Relación. «Me di cuenta de que quería iniciar una relación. Mis padres me decían que me quede con él. Comenzamos a vernos en la casa de mis padres, cuando ellos trabajaban y mis hermanos estaban en el colegio», advirtió la «esposa». Dijo en el juicio que era una relación natural.
Separado. Sandoval se había separado previamente de su exmujer y su nuevo suegro le ofreció hospedaje para formalizar el «matrimonio».
Normalidad. La «pareja» salía a cenar y a bailar, viajaba de vacaciones. Era una familia «normal», según mostraban en las redes sociales.
(La Nueva)