Un reciente informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) advierte que la carga tributaria formal continúa siendo una pesada mochila para las familias asalariadas argentinas. Según el estudio titulado “¿A cuánto asciende la carga tributaria formal sobre una familia asalariada argentina?”, en 2025, entre el 47,3% y el 49,9% del ingreso anual de los trabajadores formales se destina al pago de impuestos nacionales, provinciales y municipales.
En otras palabras, el Estado se queda con cerca de la mitad de lo que produce un trabajador asalariado durante el año. El análisis concluye que, según el nivel de ingresos, una persona comienza a trabajar “para sí misma” recién entre el 22 de junio y el 1° de julio, en lo que el informe denomina como el “Día de la Independencia Tributaria”.
Ingresos dispares, carga similar
El estudio evaluó cuatro perfiles de familias tipo (dos adultos y dos menores) con diferentes niveles salariales, pero todas con un único sostén asalariado formal. Los ingresos brutos mensuales fueron de $1.550.000, $3.380.000, $4.950.000 y $7.100.000 respectivamente, siempre considerando el SAC proporcional.
Pese a que entre el menor y el mayor ingreso hay una diferencia del 360%, la presión impositiva apenas varía, situándose en torno al 50% del ingreso total. De hecho, en un resultado llamativo, los casos 2 y 3 terminan con una menor carga tributaria que el caso 1, el de menor ingreso, debido a la estructura de los aportes personales y topes vigentes.
Impuestos al trabajo: el peso más regresivo
Uno de los puntos que destaca el informe es el rol central de los impuestos al trabajo, cuya participación disminuye a medida que crece el ingreso. Por ejemplo, en el caso 1 representan el 33% del ingreso total, mientras que en el caso 4 bajan a 25,6%, principalmente por el tope en los aportes personales.
El impuesto a las ganancias recién se aplica a partir del tercer caso: representa el 4,8% del ingreso total en el caso 3 y 10,5% en el caso 4. Así, aunque el hogar con mayor ingreso paga menos por cargas laborales, termina aportando más al fisco por ganancias, compensando esa diferencia.
Una estructura desequilibrada
El IARAF señala además que la estructura tributaria argentina presenta 155 impuestos distintos, muchos de ellos con baja eficiencia recaudatoria. Por la alta evasión y la informalidad, el peso impositivo se concentra sobre el sector formal, y especialmente sobre el trabajo registrado, lo que genera un efecto regresivo.
En cuanto a la distribución de la recaudación, si se considera únicamente el sector formal, la Nación concentra el 86% de la recaudación total, seguida por las provincias (10%) y los municipios (4%). Aun con el efecto de la coparticipación, el Estado nacional retiene más del 70% de lo recaudado. (Diario de Rivera)