Un inicio óptimo tuvo Franco Colapinto en el Gran Premio de Bélgica a bordo del Alpine A525, con el cual pudo ubicarse en el octavo lugar del único entrenamiento que se realizó en el circuito de Spa-Francorchamps con el objetivo de conseguir una prestación favorable para recorrer los 7.004 metros del trazado ubicado en cercanías de Las Ardenas.
El piloto argentino inició su actividad con neumáticos duros, el compuesto que eligió la mayoría de los equipos para rodar en la primera media hora, a excepción de Red Bull y Haas que optaron por el compuesto medio; con ese juego, Colapinto llevó a cabo una serie de siete giros, logrando establecer en el mejor 1m47s259 antes de pasarse en el frenaje de la curva La Source, como también le ocurrió a Kimi Antonelli con su Mercedes.
Tras diez minutos en boxes, retornó a pista calzando un set de compuesto blando, fue marcando interesantes parciales y cuando intentaba mejorar debió corregir la trayectoria de su auto al perder estabilidad en el sector de Puhon motivando con ello que regulara la marcha por dos giros para chequear el rendimiento y volver a incrementar su velocidad, logrando marcar 1m44s847 con el cual pudo posicionarse provisionalmente octavo, hasta que volvió a boxes.
Con los ingenieros relevando los datos y analizándolos, el coche de Colapinto recibió mayor carga de combustible y con el mismo juego de neumáticos blandos retornó a la pista para concluir el trabajo y probar el rendimiento con esas condiciones, en donde el pilarense completó la sesión y quedando 19° tras un total de 22 vueltas en pista (7 con neumáticos duros y 15 con blandos), y tomando las referencias para las tandas clasificatorias del Sprint y la carrera dominical, y a 7 décimas de su compañero Pierre Gasly, quien quedó 17°.