A lo largo de su carrera, obtuvo múltiples premios como Grammy Latinos, Gardel, Konex, y fue homenajeado por su trayectoria en diversas oportunidades. Sin embargo, más allá de los reconocimientos formales, el verdadero premio fue su impacto: generaciones completas de músicos crecieron escuchando su voz y aprendiendo sus riffs.
Detrás del mito, hubo un hombre meticuloso, lector de Borges, admirador de Spinetta y curioso incansable. Pocos recuerdan que también estudió Publicidad en la UCA, aunque pronto supo que su camino estaba en los escenarios. Fue una figura que supo combinar lo masivo con lo sofisticado.
La vida privada de Cerati nunca estuvo demasiado expuesta. Su relación con Cecilia Amenábar, madre de sus hijos, y luego con figuras mediáticas como Déborah de Corral o Leonora Balcarce, siempre se manejaron con discreción. Supo mantener el hermetismo de su vida en contraste con la potencia emocional de sus letras.
La madrugada del 15 de mayo de 2010, tras un recital en Venezuela, un ACV lo dejó en coma durante más de cuatro años. En ese tiempo, su figura se convirtió en símbolo: festivales lo homenajearon, sus canciones volvieron a los rankings y su legado se consolidó.
Finalmente, el 4 de septiembre de 2014, Gustavo Cerati murió a los 55 años. El país lo despidió como a un prócer cultural. Su velorio en la Legislatura porteña, la misa íntima con sus amigos más cercanos y las lágrimas de miles que cantaron «Te hacen falta vitaminas» en la calle, fueron muestra del amor popular.
Hoy, a 66 años de su nacimiento, Cerati no sólo sigue sonando: está más presente que nunca. Su influencia atraviesa desde el indie hasta el mainstream. Artistas como Wos, Bandalos Chinos, Zoe Gotusso o incluso Lali Espósito reconocen en él una fuente de inspiración.
En una Argentina que sigue buscando su rumbo, sus canciones siguen siendo refugio, empuje y belleza. Porque en medio de los vaivenes históricos, de la crisis y la euforia, la música de Cerati supo conectar con lo esencial.
Fue más que un músico: fue un generador de atmósferas, un poeta del sonido, un hombre que no se conformó con repetir fórmulas, un artista que vivió en estado creativo. (C5N)