Uno de los aspectos que destaca a esta camada de la Selección Argentina (quizás, por constancia, la mejor de la historia) es la personalidad de sus futbolistas. Más allá de la notable calidad técnica, la Albiceleste tiene una gran cantidad de líderes dentro del campo de juego, cuya fortaleza mental ha sido clave en distintos momentos del ciclo de Lionel Scaloni. Por eso no sorprende el dato de que es el seleccionado que más capitanes posee entre las mejores del ranking FIFA.
Siete de los 29 (casi el 25%) que conforman la lista de convocados para los duelos ante Venezuela y Ecuador portan la cinta en sus respectivos clubes. Y cabe aclarar que no está Enzo Fernández por sanción, sino el número ascendería a ocho. Ellos son:
- Emiliano Martínez (Aston Villa)
- Cristian Romero (Tottenham)
- Juan Foyth (Villarreal)
- Nicolás Otamendi (Benfica)
- Leonardo Balerdi (Marsella)
- Lionel Messi (Inter Miami)
- Lautaro Martínez (Inter)
Ya sea por su trayectoria, por la cantidad de años que llevan en sus equipos, por su capacidad de liderazgo, por su nivel futbolístico o por una combinación de todas ellas, el futbolista de la Selección Argentina es propenso a ser influyente dentro del vestuario.
Además de los siete mencionados, muchos otros son una voz muy escuchada dentro de sus planteles. Leandro Paredes, que portó la cinta en algunos partidos en Roma, es el capitán sin cinta de Boca. Caso similar para Gonzalo Montiel en River, Nicolás Tagliafico en Lyon o el propio Alan Varela en Porto.
Además, hay que tener en cuenta la clase de equipos que capitanean los jugadores argentinos. La gran mayoría son instituciones de las más grandes de su país, por lo que tienen que lidiar con la presión mediática y de sus hinchas, que exigen triunfos fin de semana tras fin de semana. Por la forma de vivir el fútbol que hay en Argentina, ellos maman este tipo de exigencias desde muy chicos y están acostumbrados a lidiar con ellas.
Scaloni no sólo conformó una Selección que será recordada para toda la eternidad por su juego y sus logros, sino que también formó líderes. Más allá de potenciar futbolísticamente a jugadores que poseen un talento enorme, logró que aflore la mentalidad ganadora y el espíritu de lucha intrínseco que tiene el jugador argentino. En Europa, maravillados con estas cualidades, a muchos los premiaron con la cinta de capitán.
(TyC)