Después de que pudieran retomarse los trabajos de extracción de restos fósiles de un animal que podría tener hasta 24 mil años de antigüedad en cercanías a Coronel Pringles, los integrantes del equipo arqueológico se mostraron sorprendidos por el estado de conservación del esqueleto hallado, correspondiente a un perezoso terrestre.
“Esperábamos encontrar mucho menos de lo que hallamos: el esqueleto está prácticamente completo y tenemos más del 90% de él”, señaló Cristian Oliva, coordinador del Observatorio Arqueológico y Paleontológico Litoral Sur, dependiente del Centro de Registro del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de la provincia de Buenos Aires.
En cuanto a los trabajos que se están realizando, reconoció que se están desarrollando en forma lenta debido al estado de preservación del fósil –de unos 3 metros de largo-, ya que no les permite trabajar muy rápido, porque todavía se están encontrando pieza.
El fósil encontrado es un desirotérido, aunque aún no se conoce a cuál de las dos especies que existieron corresponde. Se trata de un individuo adulto, de gran tamaño, del pleistoceno tardío, posiblemente la última edad de hielo o saliendo de la misma, con una edad de entre 8.500 a 24.000 años de antigüedad.
“Es una especie que coexistió con el ser humano y posiblemente el hombre haya sido su mayor y hasta el único depredador”, remarcó.
En ese sentido, destacó que es probable que se llegue a rescatar el esqueleto completo, un hecho que consideró importante, ya que “los esqueletos completos no son abundantes en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires”.
“Más allá del estado de preservación, es increíble y muy interesante la manera en la que está expuesto”, aseguró.
En ese sentido, reconoció que todavía se están descubriendo y delimitando piezas.
“Estamos viendo la manera de hacer la extracción, porque debido al estado de preservación del fósil se complica mucho sacar las piezas por separado, como hicimos con el cráneo”, comentó.
Oliva señaló que al estar el esqueleto articulado, al contar con tanta cantidad de huesos y el estado de preservación que presenta, se analiza la posibilidad de delimitar un área y sacar el esqueleto en un solo bloque.
“Si no podemos hacer eso, la idea que más nos gusta es dejar el esqueleto in situ y ver la posibilidad de hacer un museo o algo por el estilo en el sitio mismo del hallazgo”, puntualizó. (La Nueva).