Los «Embajadores culturales» de Adolfo Alsina se despiden de los escenarios luego de 51 años de reconocida trayectoria. El grupo folclórico macense lo hará este sábado 20 de noviembre en la localidad de Tomás Manuel de Anchorena, el mismo lugar donde debutaron sus entonces integrantes el 12 de octubre de 1970.
El show está previsto se inicie a las 20.30, y el festival se extenderá «hasta que las velas no ardan» y será en la cancha de fútbol de Tomás Manuel de Anchorena «Aldo Atilio Argañín», con artistas invitados. Entre ellos, se destacan «Junta Brava» de Lonquimay, el grupo «Renacer» de Salliqueló, «Los de Quenumá» y Orlando Trofino de Villa Maza.
Habrá servicio de cantina a cargo de la agrupación gaucha «El Palenque» y los organizadores indicaron que no se permitirá el acceso con heladeras portátiles.
«Tenemos que agradecer mucho al intendente de Anchorena, Gustavo Pérez, y también a la agrupación gaucha ‘El Palenque’, que estuvieron en todos los detalles para que esto se pueda hacer», dijo Mario Rivas, fundador del grupo hace poco más de medio siglo.
Los integrantes del grupo actualmente son, además de Rivas (guitarra, sikus y tercera voz), Roberto Moggia (primera guitarra y segunda voz), Alberto Blanco (bajo y percusión) y Lucas Moggia (guitarra y primera voz).
«Queremos hacer llegar nuestro enorme agradecimiento a la gente que nos mantuvo vigentes durante tantos años, y sobre todo a esta querida provincia porque a esta altura, artísticamente, somos más pampeanos que bonaerenses», dijeron.
«Los de Maza», en su larga trayectoria por los diferentes escenarios del país, compartieron veladas con Horacio Guarany, «El Chaqueño» Palavecino y Soledad Pastorutti, entre una larga lista de artistas. También llegaron a estar en la TV nacional en los programas de Juan Alberto Badía, Antonio Carrizo, Julio Mahárbiz y Luis Landriscina. Uno de los puntos más altos del conjunto fue cuando llegó al deseado escenario de Cosquín.
Declarados Embajadores culturales de Adolfo Alsina en 2020, al principio contaban con un repertorio reducido, que iría creciendo hasta ganarse el reconocimiento del público: “Carpas de Salta”, “La Palmira”, “Granito de sal”, y otros, eran entonces los caballitos de batalla.
Empezaron cuando andaban por los 20 años, tres guitarras y bombo, ahora transcurrido tanto tiempo llevarán su música con el mismo entusiasmo de sus primeras épocas para ponerle punto final a su carrera como conjunto folclórico en el mismo lugar donde los vio nacer, la localidad de Anchorena.