Por la pandemia, casi el 40% de los hogares argentinos sufrió pérdidas de ingresos y un 20% tiene problemas para alimentarse, según un informe presentado este lunes 29 por el Banco Mundial (BM).
Según el trabajo difundido en Washington, el 40% hogares argentinos recibió alguna ayuda estatal (regular o de emergencia), ubicándose por debajo del promedio de los países de la región (48%). «Si bien el empleo se ha recuperado respecto del año pasado en la región, la calidad de los trabajos se ha deteriorado porque la informalidad creció por la pandemia», indica el informe.
Sostiene que las horas trabajadas se mantienen por debajo de los niveles previos a la pandemia, y más de la mitad de los encuestados informan que sus ingresos laborales no se han recuperado por completo.
En el caso de la Argentina, un 24% de la población que estaba empleada antes de la pandemia hoy está desempleada o dejó el mercado laboral, advierte el informe. «Es especialmente preocupante que la calidad del empleo haya empeorado principalmente entre los grupos vulnerables: las mujeres, los ancianos y los trabajadores menos educados», advierte el Banco.
El estudio indica que cerca de un 40% de los hogares argentinos han experimentado una reducción de sus ingresos desde la pandemia. Según el trabajo del BM, durante la pandemia la «inseguridad alimentaria» casi se duplicó en la región.
«Eso significa que, si tienen acceso a alimentos, no están seguros de poder tener un plato en la mesa todos los días. Los países con mayor desigualdad y pobreza experimentaron un mayor shock en términos de inseguridad alimentaria». Los números del Banco Mundial muestran que cerca de un 20% de los hogares argentinos tienen problemas para comer (antes de la pandemia era un 10%), mientras que el país que tiene mayores dificultades en la región es Haití.
Efectos de la pandemia en la educación
El estudio del BM señala que la participación en alguna forma de actividad educativa en la región está doce puntos porcentuales por debajo de la tasa de asistencia antes de la pandemia. Además, el nivel y el tipo de compromiso varían sustancialmente entre los países y dentro de ellos.
Los niveles más bajos de participación se observan en Guatemala, Guyana y Belice, con solo dos tercios de los niños en edad escolar que participan en alguna forma de educación. En la Argentina esa tasa es de 67%, similar al promedio de la región (cerca de un 20% lo hace en forma presencial).
Según el informe, la pandemia en la Argentina incrementó el uso de herramientas digitales y bancos online un 40%, lo que representó uno de los mayores promedios de la región. (Perfil)