El gobierno bonaerense proyecta para el año que viene aumentos en el Impuesto Inmobiliario del 35 por ciento para la mayoría de las partidas, aunque ese incremento será superior para las propiedades de más alta valuación fiscal.
“En los impuestos patrimoniales se establecen topes progresivos de crecimiento del gravamen respecto del año anterior, los cuales son ascendentes a mayor patrimonio. La gran mayoría de los y las contribuyentes tendrán aumentos igual o menos que el 35%”, enfatizó ayer en la Legislatura el ministro de Economía, Pablo López.
En el proyecto se contempla que ese tope aumentos sea mayor -se habla de un 1% de los contribuyentes- para las propiedades de más alta valuación hasta un techo del 45 por ciento, según trascendió.
Ese mismo criterio se adoptará en el caso de las Patentes de rodados. El promedio del 35 por ciento será la regla general, aunque los propietarios de vehículos más caros tendrán una presión fiscal mayor y podrán tener subas de hasta un 45 por ciento.
En el gobierno de Axel Kicillof decían ayer que ninguno de los aumentos proyectados estarán por encima de la inflación prevista hacia fin de año en alrededor del 51 por ciento. Por eso, sostenían que no había “aumentos reales de impuestos” en la Provincia para el año que viene, más allá de que los bonaerenses terminarán pagando más en relación al año pasado.
López destacó la intención de sostener la “progresividad” en los cobros de tributos. Ingresos Brutos no tendrá ningún “cambio en el régimen de alícuotas”, adelantando que “se contempla ampliar universo de empresas que cuentan con alícuotas reducidas”, a través del incremento del “101 por ciento del máximo de facturación”.
“Es un incremento importante para abarcar a una mayor cantidad de empresas”, destacó.
Ayer en la Provincia explicaban al respecto que por cada una de las actividades hay un monto de facturación distinto, que establece que si una empresa factura el año anterior menos de ese monto, la alícuota se reduce, por ejemplo, de 5 a 3,1 y en otros caso pasa a cero. “Así, se reduce la alícuota general por monto de facturación”, decían. Ese monto que depende de cada uno de los sectores económicos es el que se incrementa en un 101 por ciento y que duplica la inflación para alcanzar a más empresas, se indicó.
El ministro habló además de la exención por doce meses a los contribuyentes que se encuentren en la categoría A del Régimen Simplificado para pequeños contribuyentes que se adhirieron al monotributo unificado.
López destacó que el proyecto de ley Impositiva 2022 está diseñado sobre la base de la “recuperación económica” y que “al igual que en 2021, continúa con la premisa de dotar de mayor progresividad a la estructura tributaria, evitando aumentar la carga sobre la mayoría de las y los habitantes de la Provincia y haciendo hincapié en la solidaridad de los sectores con mayor capacidad contributiva”.
“Atiende especialmente la realidad de las Pymes, que son el principal factor de generación de empleo”, subrayó.
En lo que hace al impuesto Inmobiliario Urbano Edificado, como se dijo, se establecen topes de crecimiento del gravamen respecto del año anterior, los cuales son ascendentes a mayor patrimonio. De este modo, casi el 90% de los contribuyentes tendrán aumentos menores al 35%.
Además, para estimular el pago adelantado de cuotas o por buen cumplimiento, se aplicarán bonificaciones que pueden llegar hasta el 35 por ciento del total del impuesto.
Con relación al impuesto Inmobiliario Urbano Baldío, se reconstruyen los límites de la tabla de alícuotas con el objetivo de “no incrementar la presión tributaria”. Además, se establece que los propietarios de baldíos que hayan obtenido permiso de obra, estarán exentos de abonar el tributo por un lapso de 6 meses.
En el impuesto Inmobiliario Rural, se establece el mismo escalonamiento progresivo que en el Edificado. De esta forma, la mayoría de los contribuyentes tendrán un incremento inferior al 35% y un techo de 45%
Respecto al impuesto Automotor, para procurar el objetivo de progresividad, se disponen topes de crecimiento del tributo que son ascendentes a mayor valor. De esta forma, la mayoría de los dominios abonarán un incremento igual o menor al 35%. Además, se transferirá la gestión del cobro a los municipios de los modelos 1990 a 2010, inclusive.
Además, para estimar el ingreso de cuotas no vencidas, se faculta a la Agencia de Recaudación (ARBA) a establecer bonificaciones que no podrán superar el 20 por ciento.
Finalmente, con relación al impuesto de Sellos, se adoptará la misma política impositiva que la vigente durante el año 2021, manteniéndose las alícuotas vigentes.
El techo de los aumentos en Patente e Inmobiliario será del 45 por ciento (El Día)