Las llamas consumieron 80.000 hectáreas y murieron cientos de animales. Quedan algunos focos “pero ya no hay nada que se puede quemar”, dice el intendente.
“Sólo muerte. Ni pájaros, ni mariposas. Está todo devastado”. Es la definición de lo que dejó el incendio de campos que afectó unas 80.000 hectáreas entre Puerto Madryn y Puerto Pirámides. Hay cientos de animales muertos (entre guanacos que abundan en la zona y ovejas), aunque aún no se puede dimensionar la mortandad dado que a algunos lugares todavía no se ha podido llegar.
Todo indica que el fuego se inició por un error humano: un peón de campo encendió pastizales cerca de una estancia y, al poco tiempo, todo se desmadró.
El viento y la sequía hicieron el resto para que el incendio se volviera incontrolable durante varios días. La calma llegó con un poco de lluvia y el trabajo incansable de bomberos voluntarios y brigadistas, además de los aviones hidrantes que resultaron clave.
Pirámides es el único poblado de Península Valdés, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco, sobre todo por su fauna y flora autóctona. Ambas sufrieron la acción devastadora de los peores incendios que se recuerden en el lugar.
Las palabras del principio pertenecen al reportero gráfico Maxi Jonás, quien recorrió la zona con su cámara y su dron. Jonás es el mismo que en setiembre pasado logró captar un encuentro entre dos ballenas y una mujer en un kayak, en un video que se viralizó rápidamente y recorrió el mundo.
“Esto es lo que queda después del incendio. Muerte y más muerte. No hay mucho más que se queme. Espero que tomemos conciencia de la gravedad de provocar estos incendios”, agregó Jonás en un escueto video que muestra los animales muertos y una impresionante extensión de campo arrasada por el fuego.
Aunque el miércoles personal de Defensa Civil dio por extinto el fuego aún quedan algunos focos en la zona de Punta Quiroga, cerca de Puerto Lobos, en el límite de Chubut y Río Negro. “Pero es difícil que el fuego avance porque ya no tiene nada para quemar”, le dijo a Clarín el intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre.
“Creo que vamos a tener que estar preparados para esto. La sequía es muy importante y si la gente no toma conciencia vamos a estar mal”, agregó. Calificó los incendios como “un verdadero desastre. Conmueve ver a tantos animales muertos y todavía no hicimos la evaluación definitiva”.
El miércoles, el gobernador, Mariano Arcioni, sobrevoló la zona con varios funcionarios para evaluar las pérdidas tras haberse quemado casi 80.000 hectáreas. El mandatario provincial destacó el trabajo que realizaron diferentes dependencias del Estado provincial, restableciendo la energía eléctrica a la población y asistiendo con agua potable a los pobladores de Pirámides. En esta época, Pirámides está repleto de gente que llega para pasar las fiestas de fin de año.
Chubut ha soportado también varios incendios en la cordillera, donde hay un alerta rojo debido a la sequía. Fue un invierno sin lluvias y sin nieve, a tal punto que varios centros de esquí suspendieron la temporada. La semana anterior, un sector de Lago Puelo, frente al Cerro Currumahuida, fue escenario de un incendio que consumió algo más de 200 hectáreas, pero pudo ser controlado rápidamente.
En la cordillera, también Río Negro sufrió incendios forestales importantes al sur de Bariloche, en la zona de El Manso y los Lagos Steffen y Marti. Los vecinos de esos lugares tuvieron duras críticas hacia el manejo que dio el ministerio de Ambiente de Nación que conduce Juan Cabandié.
“Cuando pudieron controlarlo mandaron 10 brigadistas en zapatillas. Y después, el incendio se convirtió en un monstruo difícil de parar”, habían dicho a Clarín. También hubo quejas hacia el Estado nacional de parte de los bomberos de Madryn después de varios días de trabajo sin parar para tratar de contener el fuego.
«Es necesario que el Servicio Provincial de Incendios Forestales, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego o la Dirección Provincial de Defensa Civil desarrollen una brigada específica para incendios de pastizales en meseta», reclamó la Federación Chubutense de Bomberos Voluntarios.
«En una muestra de arrojo y profesionalismo, nuestros bomberos voluntarios una vez más se expusieron a un siniestro de grandes magnitudes, donde la velocidad del fuego alcanzó al metro por segundo. De nuevo se expusieron fuera de su jurisdicción. De nuevo el Estado no está presente. Así el riesgo es cada vez es mayor, no podemos repetir la historia», dijeron en un comunicado, en el que además cuestionaron la falta de transportes aéreos para contrarrestar el fuego y exigieron que el Estado nacional también incluya a los brigadistas en los bonos que paga a sus empleados.