Por pedido de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) debido a la cantidad de casos positivos de coronavirus en los planteles, se postergó una semana el inicio de la Liga Profesional: la competencia en vez de comenzar el viernes 4 de febrero finalmente lo hará el viernes 11, programándose la final para el domingo 15 de mayo, con tres jornadas que se jugarán entresemana.
El crecimiento exponencial de contagios cuantificado en más de 230 casos en apenas una semana entre todos los clubes impuso el pedido de FAA de posponer aunque sea en siete días el arranque de la Copa de la Liga, para así intentar evitar un desequilibrio en la preparación durante la pretemporada de los planteles, a lo que los directivos de la AFA y de la LPF accedieron tras una consulta durante este fin de semana con los dirigentes de las entidades.
Este aplazamiento también extenderá por idéntico período de una semana el mercado de pases, razón por la cual las dirigencias dispondrán de mayor tiempo para cerrar las tratativas, algo que en algunos casos representó un alivio por la complejidad en la que se encuentra el fútbol argentino por el contexto financiero del país, que lo ubica en una situación desventajosa con el resto.
No obstante la decisión encontró algunos escollos por saltar, como la objeción de las empresas que tienen los derechos televisivos ya que esa modificación le infringió un cambio en las grillas de la programación.
Y la reprogramación del torneo obligó a que no haya intervalo entre la Copa de la Liga y el Torneo de Liga, ya que las dos semanas planificadas entre una competencia y la otra se redujo a sólo una.
Con respecto a esta resolución, los especialistas consultados habitualmente por los directivos sostienen que el panorama sanitario no tendrá un cambio sustancial en el transcurso de una semana, aunque sí coinciden que les dará tiempo de recuperación a todos aquellos que están transitando la enfermedad.