La Nación garantizó los fondos para terminar las 91 casas (71 en la ciudad cabecera y 20 en Indio Rico). Durante más de una década la obra fue un símbolo de la desidia y la burocracia estatal.
¿Será esta la vencida? ¿Se terminarán finalmente las “casas de la vergüenza”?
Ese fue el triste apodo con el cual se conoció durante años al proyecto de construcción de 200 viviendas que el distrito de Coronel Pringles licitó a través del desaparecido Plan Federal, en 2008, y que avanzó a los tropiezos durante una década pero nunca pudo terminarse.
¿Esta vez será distinto? En el municipio creen que sí.
“Luego de mucho esfuerzo y gestiones larguísimas, logramos incluir a las 91 casas que falta terminar en un programa nacional que se llama Reconstruir y ya llevamos dos semanas de trabajo”, contó a La Nueva. Diego Pelegrinelli, secretario de Planeamiento, Obras e Infraestructura.
El funcionario formaba parte del área de Obras Públicas y confeccionó los pliegos que se utilizaron para licitar las obras hace 14 años. También sufrió la paralización de los trabajos por falta de pago y el estancamiento del proyecto hasta 2011.
“Entre ese año y 2015 la gestión de entonces (a cargo de Carlos Oreste) finalizó 20 viviendas con fondos municipales y avanzó en la ejecución de 20 más. Cuando nosotros asumimos (en 2015, con Carlos Berterret como jefe comunal), entregamos 10 y, unos meses después, otras 10”, recordó.
En aquel momento se decidió cambiar la estrategia y volver a solicitar la ayuda de Nación.
“Gracias a eso logramos terminar y entregar 69 viviendas durante la gestión de Mauricio Macri como presidente, con lo que quedaron 91 para finalizar el proyecto, 71 de ellas en Pringles y 20 en Indio Rico”, añadió.
Tras el cambio de gobierno sobrevino la pandemia y el plan de obra volvió a alterarse.
“En 2021 reanudamos las gestiones y finalmente logramos incluir a las obras en el programa Reconstruir. Fue un trabajo muy arduo, porque hubo que readecuar todos los precios. Pensemos, a modo de ejemplo, que cuando licitamos las obras en 2008 un inodoro costaba 28 pesos, y hoy sale 7 u 8 mil pesos”, graficó.
De las gestiones tomaron parte el intendente Lisandro Matzkin, así como el dirigente pringlense Jorge Ruesga, actual gerente ejecutivo de Vialidad Nacional.
“Estos son días de muchísima felicidad porque, después de años de trabajo, este viejo anhelo de terminar las viviendas del ex Plan Federal empieza a ser una realidad. Esto se logró trabajando con los concejales, con Jorge (Ruesga), con el ministro (de Desarrollo Territorial y Hábitat) Jorge Ferraresi, sin importar los colores políticos de cada uno”, resaltó el jefe comunal, quien milita en Juntos.
“Siempre nos planteamos la necesidad de colaborar y de construir mejor calidad de vida para los vecinos de nuestra localidad más allá de los distintos colores políticos. La reanudación de la obra es el resultado de todo el esfuerzo político, de gestión y administrativo”, dijo.
Más de 205 millones de pesos de inversión
A partir de su inclusión en el programa nacional Reconstruir, los valores de la obra se irán actualizando en forma permanente.
“Partimos de una inversión de unos 205 millones de pesos: 155 para las casas de Pringles y 50 para las de Indio Rico, que son las que tienen menos avance”, describió Pelegrinelli.
“En Pringles hay 26 casas que ya tienen los pisos y aberturas colocadas, mientras que otras, unas 24, apenas están en la etapa de ejecución de la platea de fundación. Hay mucha disparidad en el avance”, enfatizó.
Pelegrinelli señaló que los trabajos tienen un plazo final de 12 meses, aunque aclaró que algunas casas podrían estar terminadas para abril o mayo, y el resto al final del tiempo establecido.
“En el barrio La Calera queda terminar 24 casas y, en el Ricardo Balbín, unas 47. En Indio Rico las 20 restantes tienen un nivel de ejecución del 20%”, detalló.
“Lo importante es que la cooperativa de trabajo Raíces comenzó a trabajar a buen ritmo, tras recibir el adelanto de obra. En unas semanas haremos la primera certificación y vendrá el segundo desembolso. Hasta el momento todo marcha más que bien”, subrayó.
Las casas a terminar -aclaró por último- representan algo más del 10% de la demanda insatisfecha de viviendas que hay en el distrito, que son unas 700. (La Nueva)