Tras la conmoción que generó el fallecimiento de al menos 23 personas en el Conurbano Bonaerense, luego de consumir cocaína adulterada y la situación que evidencia el alto consumo de droga que se registra en el país, Bernardo Vallejo, Coordinador de la Fazenda «La Esperanza», con sede en Carhué, describió el trabajo que realizan para rescatar a quienes caen en este tipo de adicciones.
«Somos una institución que surge en el seno de la iglesia católica, pero que recibe gente de cualquier religión o sin ella. Este espacio surge hace 40 años, en Brasil», contó a Multimedios Pringles.
Vallejo agregó: «Es una experiencia en la que se puede cambiar de vida. A quien está en posibilidad de decidir todavía, cambiar de vida, se les abren las puertas para hacerlo. Desde el punto desde lo espiritual, para la Iglesia, se ha transformado en una obra de un carisma propio y personal, que es el carisma de la esperanza». Al tiempo que reveló, «a quienes realizan este proceso en la Fazenda, cuando lo terminan al cabo de un año, se los denomina Embajadores de la Esperanza. El comienzo de todo es la esperanza. Las adicciones, el consumo de drogas, la depresión, vienen de la falta de esperanza».
En cuanto a cómo proceden sostuvo; «La Fazenda como institución no es muy diferente al Estado, y puede recibir apersonas, que por voluntad propia escriben una carta pidiendo ingresar. La carta es una expresión escrita de un deseo nada más, pero muchas veces tampoco es tan fuerte, porque están presionados por la situación que le está generando a la familia o por la desconfianza que han generado porque se han mandado muchas macanas y han hecho un montón de promesas».
«Pero, en todo proceso de recuperación, no importa si es Fazenda o no, es importantísima la voluntad propia para poder hacer el proceso. Ahora, si existen otros lugares, donde se puede recibir a una persona que está judicializada, porque si una persona genera una situación, donde está en riesgo su propia vida y la de los demás, se puede actuar desde lo legal y disponer de su internación, por lo general este tipo de personas tienen apoyo psiquiátrico», explicó.
Vallejo dejó en claro; «Creo que siempre hay una esperanza si está la posibilidad de buscar y recibir ayuda. El trabajo que nos toca a nosotros, es poder decirle a los muchachos y a sus familias, que siempre hay gente dispuesta a dar una mano, una ayuda, ese click a veces se va a presentar. Calculo que a quienes han sobrevivido de esto (al consumo de cocaína adulterada), les puede significar un cambio, ver; qué estoy haciendo de mi vida».
Por otro lado, se refirió al tipo de drogas que se consumen generalmente: «Regionalmente el consumo mayoritario se da en cocaína y marihuana, también hay muchos problemas de alcoholismo, y en zonas como Buenos Aires y Córdoba se ve mucho el consumo de paco y crack».
La Fazenda de «La Esperanza» es una comunidad terapéutica dirigida a recuperar hombres y mujeres que caen en la adicción a las drogas.
Las fazendas o granjas funcionan con un grupo de voluntarios, personas solidarias (incluidos psicólogos y trabajadores sociales) que conviven con los jóvenes en recuperación para ayudarles en el proceso de recuperación. Espiritualidad, trabajo y convivencia son los tres ejes en los cuales se basan para formarlos en la integridad y dignidad de la persona. Actualmente en nuestro país existen 12 Fazendas, una de ellas en Carhué. ( Multimedios Pringles )