La Historia de la música en Rivera tiene muchas aristas, con personas y personajes que dejaron, de algún modo u otro, alguna marca significativa en las páginas de la cultura riverense. Una de las más importantes es, indiscutiblemente, la escrita por «La Orquesta de Godo» encabezada por Godofredo Moscoso, quien marcó en el tango de la región un antes y un después.
«Un Grande que sigue de gira», «Con amor eterno» son las frases con la que Soledad Moscoso quiso marcar en la importancia de mantener vivo el legado cultural y es la que sirvió de inspiración al mural en homenaje a su padre, Godofredo «Godo» Moscoso.
El pincel principal detrás del mural ubicado en calle 25 de Mayo casi esquina Barón Hirch de Rivera, fue el de la artista e hija del prodigo músico, Soledad Moscoso, quien junto a Luis Fernández y la colaboración de otros artistas visuales le dieron vida a la obra el pasado domingo.
Soledad, junto a Luis Fernández, cuentan en su haber, además, murales como por ejemplo el realizado en homenaje a José Larralde en Huanguelén
La Orquesta de Godo y la época dorada de la música en Rivera
«Cuando el sol pone a los pibes delantales de aprender, él aprende cuánto cero le quedaba por saber». Así como ese «Chiquilín de Bachín» comenzó el sueño de uno de los mayores exponentes de la música que dio Rivera, Godofredo Moscoso, quien indiscutiblemente marcó en el tango un antes y un después en la región.
Con apenas siete años llegó al pueblo cuando su padre fue trasladado como Jefe de correos, tuvo como primera profesora de música a Rebeca Alesker. Aunque el piano fue su primer instrumento sentía devoción por el bandoneón, pero claro, en esos tiempos no había quien enseñe en la localidad. «Las primeras lecciones las recibí de Julio Pardo, un hombre que llegó a Rivera como telegrafista al ferrocarril» recordaba Godo en una nota al extinto diario Impulso allá por los años ochentas.
Ya mayor con su orquesta típica de tango y otra característica de música tropical recorrió con gran éxito no solo la región, sino buena parte del país, ganándose el respeto de sus pares.
Sus primeros pasos en la música llegaron con una orquesta que formó en 1949. Acompañado por Victorino Meriggi, Aldo Miglioricci y de Matías, dos bandoneones, una batería y un trombón salieron a los escenarios de Rivera y la zona.
Con el tiempo Godo y los tantos artistas locales y de la región que lo acompañaron pusieron a Rivera en el mapa de la música ciudadana.
La Orquesta de Moscoso siempre tuvo buenos cantantes, en ese rol brillaron Mario Sassi, Raúl Coronel, Victor Richard y Raúl Ferrari, entre otros.
Los integrantes de ésta gran orquesta compuesta por una típica (tango) y otra característica (tropical), iban cambiando ya que muchos provenían de otros lugares. Entre varios músicos destacados por la orquesta pasó el violinista Adolfo Benevent, nativo de Guatraché, La Pampa, y el pianista Humberto Somoza.
Catártico, liberador y transgresor, se podrían atribuir como cualidades o como características al fenómeno de «La Orquesta de Godo». El reconocido del bandoneón, quedó perpetrado en un merecido homenaje que propone, desde el recuerdo, bailar al son de los acordes del 2×4. (Diario de Rivera)