El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió este viernes a Rusia que pagará «un alto precio» si usa armas químicas o biológicas en Ucrania y aseguró que Washington defenderá «cada pulgada» del territorio de los aliados de la OTAN.
En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, Biden también dijo que quiere evitar cualquier confrontación directa entre la OTAN y Rusia porque eso supondría el inicio de la Tercera Guerra Mundial.
Además, Biden anunció la prohibición de importar vodka, diamantes, pescado y mariscos de Rusia a EE.UU. como sanción por la invasión rusa de Ucrania.
En una intervención televisada desde la Casa Blanca, Biden dio más detalles sobre la decisión adelantada ayer de poner fin a su trato comercial favorable con Rusia y explicó que el objetivo es dificultar los negocios entre Moscú y EE.UU.
El presidente estadounidense se refirió a los productos cuya importación ha sido prohibida como «distintivos» de la economía rusa al incluir, además del vodka, el codiciado y simbólico caviar.
Tras insistir en que quiere evitar cualquier confrontación directa entre la OTAN y Rusia porque eso supondría el inicio de la Tercera Guerra Mundial, Biden también adelantó que los países del G7 trabajarán para cerrar a Rusia cualquier fuente de financiación procedente de instituciones financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
«Putin es el agresor y debe pagar el precio por ello. No puede seguir tomado acciones que amenazan los fundamentos de la paz y la estabilidad internacional y luego pedir ayuda financiera a la comunidad internacional», apuntó.
Pese a haber sido anunciada por Biden, la retirada del trato denominado de «nación más favorecida» a Rusia debe ser aprobada por el Congreso estadounidense, algo que se espera que salga adelante sin problema al contar con apoyos tanto demócratas como republicanos.
Ucrania y Canadá ya han retirado a Rusia el estatus de «nación más favorecida», uno de los principios fundamentales del comercio internacional por el que vela la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Según la Casa Blanca, el resto de países miembros del G7 y la Unión Europea (UE) también seguirán los mismos pasos.
Europa también advierte a Putin
El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió este viernes que Rusia se enfrenta a nuevas «sanciones masivas» si la guerra continúa en Ucrania, tras una cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) en Versalles, en las afueras de París.
«Si Rusia intensifica los bombardeos, el asedio de Kiev y las escenas de guerra, sabemos que tenemos que adoptar de nuevo sanciones masivas», dijo en conferencia de prensa el mandatario, para quien el bloque europeo apoyará a Ucrania «hasta el final».
Según Macrón, cuyo país ejerce la presidencia pro témpore de la UE, «nada está prohibido, nada es tabú». «Haremos todo lo que consideremos eficaz (…) para detener la agresión de Rusia», agregó.
Sus declaraciones se producen después de que su par ucraniano, Volodimir Zelenski, urgiera a la UE a «hacer más» por Ucrania.
Los 27 dirigentes de los países que integran el bloque debatieron durante dos días en la turística ciudad francesa el impacto que podría tener en el bloque la guerra en Ucrania, comprometiéndose a reforzar su defensa y poner fin a la dependencia del gas y crudo rusos.
El jefe de Estado francés advirtió además que la invasión rusa en Ucrania «desestabilizará» profundamente el suministro de alimentos en Europa y África en los próximos 12 a 18 meses.
«Debemos prepararnos y reevaluar nuestras estrategias de producción para defender nuestra soberanía alimentaria» en Europa, dijo Macron citado por la agencia de noticias AFP y abogó también por impulsar una estrategia para África, ante el riesgo de «hambruna» en algunos países.
Los precios mundiales de los alimentos alcanzaron niveles récord, en medio de un suministro limitado agravado por la guerra entre Rusia y Ucrania.
Ambos países son importantes exportadores de alimentos agrícolas, como el trigo.
En ese contexto, los miembros del G7 están preocupados por las restricciones de los países exportadores, que podrían guardar su producción y provocar así penurias y hambrunas en algunas regiones del mundo.
«Si todos piensan en sí mismos en esta situación, la crisis se agravará aún más y provocará un nuevo aumento de los precios», dijo hoy el ministro de Agricultura de Alemania, Cem Ozdemir. (El Diario AR)