Cada día, más de un millón de personas entre 15 a 49 años se contagian una enfermedad de transmisión sexual (ETS), según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ni el confinamiento y las recomendaciones de distanciamiento social impuestas por la pandemia del COVID-19 han servido para evitar los comportamientos de riesgo y reducir el número de contagios.
Algunas estadísticas mencionan que 1 de cada 25 personas puede estar, incluso, contagiado de más una enfermedad de transmisión sexual. Y afirman que la población joven es más propensa a contraerlas.
Para los organismos, la situación es alarmante: si las enfermedades de transmisión sexual no se tratan a tiempo, pueden tener efectos graves y crónicos, y causar enfermedades neurológicas y cardiovasculares, infertilidad y embarazos ectópicos.
En Bahía Blanca la situación también es alarmante: los casos de sífilis (una de las más comunes y de más fácil contagio entre las de transmisión sexual) crecieron un 73%, de acuerdo a un informe que elaboró el equipo de Epidemiología dependiente de la Secretaría de Salud del municipio y que comparó los diagnósticos de 2019 (antes de la pandemia) con los del año pasado.
Los enfermos pasaron de 160 a 277 casos. Pero en 2018 apenas fueron 74 y en 2020, 99.
De todos modos, aclararon que la información es parcial, ya que no comprende datos de hospitales, laboratorios y profesionales del ámbito privado.
“La información nos muestra un aumento notorio en 2021, superando ampliamente el resto de los años analizados. Y la leve caída registrada en 2020 nos permite pensar que podría deberse a la situación epidemiológica de la pandemia y sus restricciones, que marcaron una importante disminución de todas las consultas y prácticas en salud”, resumieron los autores del trabajo, que puntualizaron que el grupo etario principal de contagiados va de los 15 a los 34 años.
La doctora Laura Spadaro, especialista bahiense en infectología y miembro de ese área en el Hospital Municipal Leónidas Lucero, no tiene dudas respecto a que la enfermedad de transmisión sexual más frecuente es la sífilis.
“Es una enfermedad compleja, porque su sintomatología es muy variada, ya que es altamente contagiosa y por ende, por cada caso positivo, aparecen muchos más, debido a que el contacto físico que se requiere para el contagio no siempre es una relación sexual completa y por lo tanto sólo el preservativo como medida de prevención no es suficiente”, señaló.
La especialista reconoció que, al igual de lo ocurrido con otras enfermedades, durante la pandemia se perdió el seguimiento y diagnóstico oportuno de las infecciones de transmisión sexual.
“Probablemente en las estadísticas no veamos el número real de casos y van a reflejar las dificultades de acceso que las personas tuvieron para el cuidado de su salud durante estos dos últimos años, sobretodo en el 2020”.
“Recién a fines del año pasado volvimos a notar un incremento en los diagnósticos que probablemente continúe un tiempo hasta que se compense la pérdida de consultas previas”, añadió.
La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria (Treponema Pallidum). Infecta el área genital, los labios, la boca o el ano y afecta tanto a los hombres como a las mujeres.
“De todos modos, es una enfermedad bacteriana que se cura fácilmente con inyecciones del antibiótico más viejo que existe: la Penicilina. En su contra hay que decir que requiere controles para evaluar la respuesta al tratamiento, que siempre deben tratarse todos los involucrados en la pareja, porque si no existe recontagio, y que puede tener consecuencias a largo tiempo si no es tratada”.
Además, su peligrosidad aumenta porque puede transmitirse de madres a hijos durante el embarazo y el parto. Incluso, el Boletín de la Organización Mundial de la Salud consignó que, en 2016, causó 200.000 muertes de recién nacidos, una cifra que hace que esta enfermedad sea una de las principales causas de muerte de bebés en el mundo.
En nuestra ciudad, las estadísticas del área de Epidemiología revelan que 59 de las 277 personas que dieron positivo en 2021 son gestantes.
“Siempre que haya casos de sífilis hay una amenaza latente para los niños por nacer. La sífilis congénita es una enfermedad grave que puede dejar secuelas importantes, sobre todo si se adquiere en el primer trimestre del embarazo. Son enfermedades de estudio obligatorio en una embarazada, de igual modo que HIV, Hepatitis B, Chagas entre otras”, explicó Spadaro.
Y agregó: “Es fundamental cumplir con esta pesquisa ya que de ser detectadas a tiempo todas estas enfermedades nos permiten realizar tratamientos que minimicen las consecuencias para los niños y muchas veces evitar la transmisión vertical, o sea de la mamá a su bebé”, cerró Spadaro.
–¿Hubo relajamiento en los cuidados personales?
–Sin dudas que los tiempos han cambiado, las costumbres, las libertades. La sexualidad hoy se vive con una libertad que ha sincerado muchas realidades que antes también ocurrían, pero bajo el duro peso del tabú, la vergüenza, la mirada del otro. Toda libertad que se gana tiene que tomarse como algo bueno sin duda.
–¿Y entonces?
–Yo no creo que los cuidados se relajen, creo que la gente se siente más segura ahora de contar, decir, consultar por temas de sexualidad que antes nos parecía imposible. Por supuesto que estos cambios hay que acompañarlos con información, herramientas de cuidado y por supuesto con el chequeo de salud que abarque la salud sexual. Todos tenemos que cambiar un poco la mirada como comunidad, pero también el equipo sanitario.
–¿A qué síntomas debe prestarle atención la población?
–Más allá de los síntomas creo que es vital que todos entendamos que el paciente que tiene una vida sexual activa debe incluir dentro de su chequeo de salud anual las serologías de enfermedades de transmisión sexual. No es aconsejable esperar el síntoma, ya que muchas de estas infecciones, principalmente en sus etapas iniciales, no presentan síntomas o los mismos son muy leves.
“Por supuesto que toda persona que presente lesiones en la región genital o manchas en la piel, molestias al tener relaciones, ganglios inflamados principalmente en la ingle, flujo o secreción genital, etc. debe realizar una consulta médica. A veces la vergüenza o los prejuicios hacen que la persona ignore los síntomas y lleguemos a un diagnóstico tardío, bastante común esto en la infección por VIH, donde en nuestro país todavía el 30% de los pacientes llegan a su diagnóstico con una enfermedad avanzada”.
–¿Cuáles son las recomendaciones que das como profesional de salud para prevenir este tipo de enfermedades?
–La sexualidad, como cualquier otro aspecto de la salud tiene que ser cuidada, atendida. Mi recomendación, tanto para los pacientes como para los colegas, es que demos espacio en la consulta médica para hablar de sexualidad y cuidados.
«Por supuesto que el uso de preservativo siempre va a ser recomendación, porque disminuye ampliamente el riesgo, aunque éste nunca es cero. Por ese motivo hay que hacerse chequeos periódicamente», cerró Spadaro.
¿Qué es, cómo se transmite y cómo se previene?
La sífilis es una infección de transmisión sexual (ITS) producida por una bacteria llamada Treponema Pallidum que afecta tanto a varones como a mujeres. Puede ser congénita (transmitida de madre a hijo durante el embarazo) o adquirida (transmitida por vía sexual o por transfusión de sangre).
Se transmite a través de relaciones sexuales (vaginales, anales u orales) sin preservativo con una persona que la tenga; a través del contacto con las lesiones de la piel o de las mucosas, ya sean chancro o sifilides. También, se puede transmitir de la persona gestante al bebé durante el embarazo o por una transfusión de sangre infectada.
La sífilis puede aumentar el riesgo de otras enfermedades de transmisión sexual.
Con un análisis de sangre se puede saber si tiene o si tuvo sífilis alguna vez. Este análisis está disponible de manera gratuita en todo el sistema de salud. También, es posible analizar el líquido de una llaga de sífilis.
La sífilis se trata y se cura con penicilina, que es un antibiótico. En caso de que la persona haya tenido sífilis por menos de un año, es necesaria sólo una dosis.
Otra estadística preocupante: cayó el uso de preservativos
El preservativo reduce en un 97% el riesgo de embarazo y podría prevenir el 98% de las infecciones por transmisión sexual.
En el Día Internacional del Preservativo, especialistas del Hospital de Clínicas advierten que en la Argentina apenas el 14% de las personas admite usar preservativo en sus relaciones sexuales.
Si bien el preservativo tiene una doble función ya que ayuda a evitar un embarazo no deseado, también colabora a protegerse del contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS).
“Los datos son alarmantes ya que según información de la AHF Argentina (organización que trabaja en la prevención, detección y tratamiento de VIH y Sida) sólo el 14,5% de la población utiliza preservativo en todas sus relaciones sexuales y se estima que en el país 139.000 personas conviven con el VIH”, sostiene Analía Urretavizcaya, del equipo de Sexología Clínica del Hospital de Clínicas.
“El mensaje tiene que ser diario, en todos los ámbitos donde las personas se mueven para generar hábitos y sostenerlo. Hay publicidad sobre pasta de dientes, pero no sobre preservativos. Educar sobre anticoncepción y la prevención de las enfermedades sexuales es parte de educar sobre el cuidado de uno mismo y se deben introducir como hábitos, desprovistos de erotismo y carga moral”, explica la especialista.
“El problema está en la falta de propaganda como política pública sobre la importancia del uso, y la falta de la correcta implementación de la Ley de Educación Sexual Integral también dificultan que a corta edad los adolescentes tomen conciencia sobre el uso del preservativo e inicien su actividad sexual protegidos”, señaló Urretavizcaya.
El uso correcto y sistemático de preservativos masculinos y femeninos durante la penetración vaginal, anal o sexo oral puede proteger contra la propagación de las ITS, incluida la infección por el VIH. (La Nueva)