Rubén López, el hijo del albañil y militante peronista Jorge Julio López, que desapareció en 2006 en el marco del juicio al represor Miguel Etchecolatz, dejó una nota al censista en la puerta de su vivienda de Los Hornos con la leyenda: «Acá tendría que vivir un hombre».
«Censo digital cumplido, Los Hornos, calle 140 y 69. No sabía cómo explicar la situación, así que dejé en la puerta el papel pegado. Espero se entienda», posteó en sus redes sociales junto a un emoji que representa al llanto.
En la nota, puede leerse: «Según la carátula de la causa, ‘Presunta desaparición forzada’. ¡Acá tendría que vivir un hombre!».
El albañil Jorge Julio López desapareció el 18 de septiembre de 2006, cuando estaba previsto que se presentara en el Salón Dorado del Palacio Municipal de La Plata para escuchar los alegatos del juicio contra el represor Etchecolatz, donde él había testificado a fines de junio de ese año, en uno de los testimonios más relevantes para lograr condenar al exjefe policial, quien recibió cadena perpetua.
López pudo identificar al represor como quien participó del operativo en el que fue secuestrado a fines de octubre de 1976 y como uno de los que les aplicaba torturas a él y a otros detenidos en el centro clandestino de Arana.
Etchecolatz fue finalmente condenado por el Tribunal Oral Federal N°1 el delito de genocidio, figura que se aplicó por primera vez en el país. Años más tarde, mientras era juzgado por delitos de lesa humanidad, se lo vio escribir y exhibir desafiante un papel donde se leía “Jorge Julio López”.
En noviembre de 2021, Jorge Julio López hubiese cumplido 92 años. Su hijo lo recordó en las redes sociales con una foto y un breve relato en primera persona: “No sé dónde estoy, no sé qué me pasó. Me gustaría estar con mi familia y no puedo. No me olviden”.