Una resolución publicada por el Consejo Provincial de Educación de Río Negro generó un tembladeral político en las últimas horas: se trata de una norma que suprime los boletines de calificaciones en las escuelas de esa provincia.
La idea sería reemplazarlos por informes en los cuales las maestras expresen la trayectoria de cada estudiante, pero sin calificar con una nota numérica. En realidad, se trata de una experiencia que ya se había puesto en marcha en pandemia.
Se trata de la Resolución N° 2839, firmada por la presidenta del Consejo Provincial de Educación, Angélica Portales, donde se expresa que «queda sin efecto» el instrumento conocido como «Boletín de calificaciones de la Educación Primaria» con cortes evaluativos bimestrales para las áreas de Lengua y literatura, Matemática, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales y Lengua Extranjera y con cortes evaluativos cuatrimestrales para las áreas Educación Artística” como Teatro/Artes Audiovisuales, Danza/Artes Audiovisuales, Plástica y Música y Educación Física.
Entre las voces críticas, aparece el legislador provincial Juan Martin, de Juntos por el Cambio, quien consideró que “lamentablemente, Río Negro eligió el camino de la mediocrización”.
Al mismo respecto, el referente rionegrino expresó: “Hace unas semanas vimos como Formosa permitía que los alumnos pasen de año con 19 previas, o como en Entre Ríos prohibían calificar con menos de 4. Ahora, la provincia de Río Negro decide sumarse a este camino de bajar el nivel educativo”.
Martín explicó que la resolución de marras “cambia los boletines por un mecanismo llamado de ‘apreciación de la trayectoria’, que en lugar de evaluar si los chicos aprendieron de matemáticas, lengua o geografía pone la mirada sobre una generalidad muy poco específica”.
Por eso, el legislador analiza: “Se está perdiendo un instrumento que servía para premiar el esfuerzo, pero también para tener un parámetro concreto del funcionamiento del sistema educativo. Como dice el refrán, no hay peor ciego que el que no quiere ver, en este caso lo que pasó después de casi dos años de escuelas cerradas”.
Para Martín, “el camino es plantear la emergencia educativa, tal como propusimos a través de un proyecto”. “Necesitamos que se defina que la educación es prioritaria, que se hagan planes concretos para recuperar los contenidos que no se pudieron dictar con las escuelas cerradas, para revincular a los chicos que todavía no volvieron a la escuela y no manipular el sistema para hacer como que no pasó nada”.
Lo sucedido va en consonancia con la decisión tomada por el Consejo de Educación de Entre Ríos, que prohibió calificar a los alumnos con menos de 4. La medida fue revertida, crítica mediante, por el gobernador Gustavo Bordet. (NA)