El tabaco mata hasta la mitad de las personas que lo consumen. Esta afirmación tan contundente la hace la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la cual cada año mueren más de ocho millones de personas a causa del tabaco. En España, la cifra de muertes anuales llega a más de 50.000 personas, un número superior al que provocan los accidentes de tráfico y el consumo de drogas ilegales juntos.
El tabaco no solo provoca dependencia física y psicológica, también acorta la esperanza de vida. Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, el próximo 31 de mayo, es importante hacernos las siguientes tres preguntas sobre cómo nos afecta y cómo nos resta años de vida para comprender mejor por qué es necesario dejar este hábito insano.
¿Cuáles son los efectos del tabaco en la salud?
El tabaquismo está directamente relacionado con la aparición de 29 enfermedades, de las cuales diez son distintos tipos de cáncer, y es la principal causa de buena parte de las muertes por cáncer de pulmón.
Los cigarrillos contienen unos 600 ingredientes distintos que, cuando se queman, generan más de 7.000 sustancias químicas, de las cuales al menos 250 son nocivas y más de 70 provocan cáncer. Todo esto no puede aportar nada positivo a nuestro organismo, que se resiente en forma de:
- Mayor riesgo de sufrir afecciones pulmonares crónicas irreversibles: enfisema, bronquitis crónica, enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC) o cáncer de pulmón son algunas de las más habituales. Se estima que el tabaco provoca el 82% de los cánceres de pulmón en Europa. Según la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), el riesgo de padecer cáncer de pulmón es entre 20 y 25 veces superior entre fumadores que entre no fumadores. Cuantos más cigarrillos diarios durante más años, mayor es el riesgo.
- Una persona fumadora tiene tres veces más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular que el resto de la población, según la Fundación Española del Corazón. Un riesgo que asumen incluso aquellos que apenas fuman un cigarrillo al día porque no hay un nivel seguro de tabaquismo para este tipo de enfermedad. Por tanto, disminuir el consumo no es efectivo cuando se habla de reducir riesgos.
- Provoca cambios en la piel: las sustancias del humo del tabaco también cambian la estructura de la piel, así como de las uñas de las manos y los pies y el cabello.
- Se asocia con un mayor riesgo de osteoporosis, fracturas óseas, dolor de espalda y enfermedad degenerativa del disco.
Según la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), el riesgo de padecer cáncer de pulmón es entre 20 y 25 veces superior entre fumadores que entre no fumadores
¿Cuántos años de vida quita el tabaco?
Además de todos estos efectos del tabaco en la salud, todavía hay uno más alarmante. Una investigación realizada por expertos estadounidenses, británicos y canadienses y publicada en New England Journal of Medicine demuestra que una persona puede llegar a perder hasta diez años de vida a causa del tabaco. Es más, las enfermedades atribuibles al tabaquismo representan alrededor del 60% de las muertes de fumadores.
Los investigadores demostraron además que el hecho de dejar de fumar lleva asociado un aumento significativo en la esperanza de vida. Por ejemplo, los que dejaron de fumar entre los 25 y los 34 años vivieron diez años más; los que dejaron el tabaco entre los 35 y los 44 ganaron nueve años; y los que abandonaron el hábito tabáquico entre los 45 y los 54 sumaron seis años de vida. Según los resultados, las personas que continuaron fumando rara vez llegaron a los 85 años.
Otra investigación, esta vez elaborada por expertos holandeses sobre los datos de las muertes de casi 40.000 encuestados de entre 20 y 80 años, demuestra que una de cada cuatro personas que fuman más de 20 cigarrillos al día tiene un promedio de vida 13 años más corto que el de los no fumadores.
El estudio muestra que los fumadores mueren relativamente jóvenes: se estima que el 23% de los fumadores que llegan a los 20 cigarrillos diarios nunca llegan a la edad de 65 años, frente al 7% de los no fumadores.
El 23% de los fumadores que fuman 20 cigarrillos diarios o más nunca llegarán a la edad de 65 años, frente al 7% de los no fumadores
Trabajos como estos nos acercan cada vez a la decisión de dejar de fumar y a la idea de que nunca es tarde para hacerlo. Porque incluso las personas que lo abandonan tras décadas de consumo, mejoran su salud y su expectativa de vida, tengan la edad que tengan.
¿Podemos recuperar la esperanza de vida si dejamos de fumar?
Dejar de fumar no es fácil, pero vale la pena. Para conseguirlo, lo primero y más importante es tomar la decisión y estar convencido de ello, elaborar una lista con las causas que nos motivan y los motivos que nos lo impiden y ponernos una fecha para empezar, si es posible que no sea superior a los 15 días.
A algunas personas les ayuda comunicar su decisión con el fin de implicar a los demás en su proceso de dejar de fumar. También podemos anticiparnos a los puntos débiles que creemos que podemos tener, así como eliminar de nuestro alrededor cualquier cosa que nos lo recuerde (ceniceros, mecheros, etc.).
El riesgo de muerte prematura se reduce a la mitad entre los ex fumadores que dejan de fumar sobre los 50 años
Por último, es aconsejable consultar con un profesional sanitario sobre cómo conseguir ayuda para dejar el tabaco. El riesgo de muerte prematura se reduce a la mitad entre los ex fumadores que dejan de fumar sobre los 50 años.
Hay estudios que demuestran que las personas que dejan de fumar antes de cumplir los 35 años alcanzan la misma esperanza de vida que las personas que nunca han fumado. (el DiarioAR)