Argentina es uno de los países más eficientes del mundo en lo que respecta a producción agropecuaria sostenible ambientalmente.
Tal conclusión puede visualizarse en el último informe anual de monitoreo de políticas agropecuarias publicado por OCDE, donde se advierte que, entre 54 naciones evaluadas, apenas cinco (India, China, EE.UU., Brasil la UE-27) concentran el 72% de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la actividad agropecuaria.
Al observar el nivel de emisiones en función del área productiva, las naciones más eficientes son Australia, Kazajstán, Sudáfrica, Rusia, Chile, Argentina y Canadá.
“Las emisiones agrícolas por hectárea tienden a ser más altas en países con un área agrícola relativamente pequeña y donde los productos intensivos en emisiones (por ejemplo el cultivo de arroz en Corea, Japón, Vietnam y Filipinas; o la producción ganadera en Noruega, Suiza y Nueva Zelanda) representan una parte importante de la producción agropecuaria”, señala el informe de OCDE.
No casualmente la mayor parte de las emisiones de base agropecuaria, medidas por unidad de superficie, presentan niveles elevadísimos en países que aplican enormes subsidios al sector, como es el caso de Corea, Israel, Japón, Noruega y Suiza.
En tanto, Brasil, EE.UU. y la Unión Europea aparecen en la mitad de la tabla debido fundamentalmente a las emisiones asociadas con el uso intensivo de fertilizantes y la fermentación entérica de los rumiantes.
El estudio, al ser elaborado por un organismo global como OCDE, es clave porque deja en evidencia que existen situaciones muy disímiles en las diferentes naciones de base agropecuaria.
En ese contexto, si existen países con sectores agropecuarios con bajos, medios y altos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero, las exigencias de reducción implementadas en cada caso deberían ser diferenciales.
Sin embargo, en función de los criterios establecidos por Naciones Unidas, tales diferencias no se tienen en cuenta y las exigencias de mitigación se aplican de manera proporcional a todos los países, sin considerar el estado de situación relativo ni las condiciones sociales y económicas presentes en las distintas naciones. (Bichos de Campo)