En el primer capítulo de esta serie de eliminación directa, Vélez le ganó 1-0 a River por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores en el Estadio José Amalfitani y la llave quedó abierta. El autor del único tanto del encuentro fue de Lucas Janson, pero el Millonario aún respira y el próximo miércoles todo se definirá en el Monumental.
En los primeros minutos de la primera mitad, los dueños de casa se mostraron muy agresivos a la hora de marcar y ejercieron una presión alta que no dejaba salir limpio a los de Núñez, quienes optaban por el pelotazo largo y así dividían la pelota.
La primera emoción del duelo llegó al minuto 14: Lucas Janson anticipó a David Martínez dentro del área, el defensor llegó tarde y derribo al delantero. El árbitro cobró la pena máxima y el propio delantero fortines se hizo cargo y lo cambió por gol.
Tras que los locales se pongan en ventaja, el Millonario tomó las riendas del primer tiempo, fue a buscar la igualdad, pero aunque contó con diversas oportunidades para concretarla, la eficacia no estuvo de su lado y no hubo peligro real para el arco defendido por Hoyos.
Ya en los primeros instantes del complemento la tónica fue la misma: La Banda jugando en campo rival, mientras que los de Liniers se agazapan en busca de bajarle el martillo al encuentro. No obstante, dicha postura duró poco y con el correr de los minutos los del Cacique Medina movieron su eje unos cuantos metros hacia adelante, lo que le trajo varios inconvenientes a la última línea millonaria.
De hecho, Pratto falló en la definición en un par de ocasiones y Abiel Osorio -quien ingresó en el segundo tiempo por Bou- estuvo dos veces mano a mano con Franco Armani, pero en ambas oportunidades el arquero riverplatense se lució y se quedó con los remates.
En los últimos minutos, la preocupación acaparó la atención de todo el Amalfitani. A los 86 minutos, Rodrigo Aliendro fue a disputar una pelota aérea, cayó de espaldas y golpeó su cabeza contra el césped. Tuvo que salir reemplazado a pocos minutos de haber ingresado.
Talleres y Colón igualaron en Córdoba
Talleres y Colón igualaron esta noche en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores de América.
En Córdoba, los equipos argentinos igualaron 1 a 1 y defnirán la serie la próxima semana.
La visita se puso en ventaja con el gol de Ramón «Wanchope» Ábila, a los 61 minutos, y el dueño de casa empató por intermedio de Alan Franco, a los 86.
El resultado estuvo bien porque ninguno mereció ganar. Ese cabezazo exquisito de Ábila pedía triunfo a gritos, porque fue un golazo tras la asistencia de siempre picante Pulga Rodríguez. Claro, Falcioni ya no tiene a Burián, Falcioni ya no tiene a Aliendro, Falcioni no tiene gente de marca por la banda izquierda, entonces… Entonces armó la baraja como pudo, inventó a Novillo como lateral y a Farías volanteando, nada funcionó. Y eso generó un descontrol defensivo que el gol del Wancho bravo estaba disimulando.
Pero Talleres no se quedó con las cartas que le tocaron en la primera mano. Buscó, pidió más, insistió. Hasta que en el final le pudo sacar rédito verdadero a la mala noche defensiva de Colón y, sobre todo, al mal partido que jugó Novillo en una posición que no le sienta. Centro de Enzo Díaz y cabezazo goleador del ingresado Alan Franco