El Papa Francisco participó en una entrevista exclusiva concedida a la agencia de noticias Télam, en la que tuvo ocasión de analizar una diversidad de tópicos de interés público, entre ellos la salida global de la pandemia, la situación de emergencia ambiental, las guerras que paralizan al mundo, la importancia de los jóvenes, la proliferación de los discursos de odio y la manipulación mediática. “De la crisis no se sale solo, se sale arriesgando y tomando al otro de la mano”, aportó el Pontífice desde el Vaticano.
En el transcurso de un profundo intercambio con Bernarda Llorente, la presidenta de Télam, Francisco reivindicó el compromiso de los “pastores del pueblo”, además de difundir aspectos desconocidos de su encíclica “Laudato Si”.
También trazó una suerte de balance de su papado a poco de cumplir una década como Pontífice.
Durante el encuentro, que se extendió una hora y media, también hubo espacio para que el Papa reveló cuáles son los cuatro principios políticos que lo ayudan a reflexionar
En ese sentido, no dudó en calificar como una “profecía” el sueño de unidad latinoamericana expresado por José de San Martín y Simón Bolívar.
“Hay un filósofo llamado Rodolfo Kusch, que es el que mejor captó lo que es un pueblo. Es uno de los grandes cerebros argentinos y, como sé que me van a escuchar, recomiendo su lectura”, observó Francisco.
Pandemia del Covid-19
Consultado sobre el rumbo que está tomando el planeta, Francisco expresó su descontento y se fijó en las desigualdades que siguen dominando la estructura social.
«No me está gustando», dijo sobre el mundo que continúa en pandemia, aunque con menor cantidad de muertes y contagios que en las primeras olas. «En algunos sectores se ha crecido, pero en general no me gusta porque se ha vuelto selectivo. Fijate, el solo hecho de que África no tenga las vacunas o tenga las mínimas dosis quiere decir que la salvación de la enfermedad también fue dosificada por otros intereses. Que África esté tan necesitada de vacunas indica que algo no funcionó», expresó.
«Cuando digo que nunca se sale igual, es porque la crisis necesariamente te cambia. Más aún, las crisis son momentos de la vida donde uno da un paso adelante. Está la crisis de la adolescencia, la de la mayoría de edad, la de los 40. La vida te va marcando etapas con las crisis. Porque la crisis te pone en movimiento, te hace bailar. Y uno tiene que saber asumirlas, porque si no lo haces las transformas en conflicto», dijo el Santo Padre.
Retomó, además, una de sus frases más conocidas en medio de la pandemia. «Así como digo que de la crisis no se sale igual, sino que se sale mejor o peor, también digo que de la crisis no se sale solo. O salimos todos o no sale ninguno», agregó.
El compromiso político de los jóvenes
Otra de las temáticas que recorrió la entrevista realizada por Télam fue el nivel de compromiso de los jóvenes con la política, en una etapa donde las crisis económicas, sanitarias y estatales performan las identidades sociales de un mundo que no termina de acomodarse.
«¿Por qué no se comprometen en política, por qué no se la juegan? Porque están como desanimados. Han visto -no digo todos, por Dios- situaciones de arreglos mafiosos y de corrupción. Cuando los jóvenes de un país ven, como se dice, que «se vende hasta a la madre» con tal de hacer un negocio, entonces baja la cultura política. Y por eso no quieren meterse en política», analizó.
Recomendó, además, que no sea sólo la protesta la forma de los jóvenes de hacer escuchar sus voces, sino que se hagan cargo «de los procesos que nos ayuden a sobrevivir».
Respecto a las opciones de extrema derecha y los «discursos de odio», el Papa se mostró más positivo: «En mis tiempos, no nos vendían un buzón, nos vendían el Correo Central. Hoy están más despiertos, son más vivos», dijo sobre los jóvenes.
También analizó que «el proceso de un país, el proceso de desarrollo social, económico y político, necesita de una continua revaloración y un continuo choque con los otros».
Tercera Guerra Mundial y conflicto entre Rusia y Ucrania
En el año 2014, el Sumo Pontífice había hablado por primera vez de un ingreso a una Tercer Guerra Mundial, un enfoque que en la actualidad toma peso luego de la invasión de Rusia a Ucrania en febrero y el desarrollo del conflicto entre ambos países.
«Una guerra, lamentablemente, es una crueldad al día. En la guerra no se baila el minué, se mata. Y hay toda una estructura de venta de armas que lo favorece. Una persona que sabía de estadísticas me dijo, no me acuerdo bien los números, que, si durante un año no se fabricaran armas, no habría hambre en el mundo», expresó.
Además, calificó de «inmoral» la posesión de armas nucleares y sostuvo que «no sabemos escucharnos», lo que genera que se corte el diálogo.
Sobre el desarrollo del conflicto ruso-ucraniano y el peso de los organismos internacionales, aseguró que las Naciones Unidas no tienen «poder para imponerse» a los países para que suspendan las hostilidades.
Por otro lado, remarcó el rol de los medios de comunicación y dijo que hay que tener «cuidado» con las frases «fuera de contexto». «Por ejemplo, con la guerra hubo toda una disputa por una declaración que hice en una revista jesuita: dije «aquí no hay buenos ni malos» y expliqué por qué. Pero se tomó esa frase sola y dijeron «¡El Papa no condena a Putin!». La realidad es que el estado de guerra es algo mucho más universal, más serio, y aquí no hay buenos ni malos. Todos estamos involucrados y eso es lo que tenemos que aprender», dijo.
Una década en el Vaticano
El 13 de marzo del 2023 se cumplirán 10 años desde la llegada de Jorge Bergoglio a la cúpula del poder eclesiástico y manifestó que todo lo hecho hasta el momento responde al rumbo debatido con los distintos cardenales en las reuniones antes del cónclave donde su elegido.
«La Iglesia latinoamericana tiene una historia de cercanía al pueblo muy grande. Si tomamos las conferencias episcopales – la primera en Medellín, después Puebla, Santo Domingo y Aparecida – siempre fue en diálogo con el pueblo de Dios. Y eso ayudó mucho. Es una Iglesia popular, en el sentido real de la palabra», analizó sobre sus orígenes regionales.
Recomendó, además, la lectura del filósofo argentino Rodolfo Kusch, «que es el que mejor captó lo que es un pueblo».
Análisis de Latinoamérica
El Papa Francisco realizó un análisis sobre la historia y el presente de la región, centrado en las categorías de pueblo e identidad, dos de los grandes ejes de la discusión de las naciones del sur de América.
«Latinoamérica todavía está en ese camino lento, de lucha, del sueño de San Martín y Bolívar por la unidad de la región. Siempre fue víctima, y será víctima hasta que no se termine de liberar, de imperialismos explotadores», analizó.
Además, recordó que «el sueño» de San Martín y Bolívar de aunar a todo el pueblo latinoamericano va «más allá de la ideología, con la soberanía» y apunta a que «cada pueblo se sienta a sí mismo con su identidad y, a la vez, necesitado de la identidad del otro».
El Sumo Pontífice también destacó cuáles son sus cuatro principios políticos, que además están conformados de una mirada social y filosófica. «La realidad es superior a la idea», o sea, cuando te vas por los idealismos, perdiste; es la realidad, tocar la realidad. «El todo es superior a la parte», es decir, buscar siempre la unidad del todo. «La unidad es superior al conflicto», o sea, cuando privilegias los conflictos, dañas la unidad. «El tiempo es superior al espacio», fijate que los imperialismos siempre buscan ocupar espacios y la grandeza de los pueblos es iniciar procesos», sostuvo.
Los «pecados» de la comunicación según Francisco
En la entrevista también se versó sobre la complejidad actual de la comunicación y Francisco recordó su análisis sobre los «pecados» que la conforman. Allí enumero la desinformación, la calumnia, la difamación y la coprofilia «es decir, el amor a la caca, el amor a la porquería».
«Creo que un medio de comunicación tiene que estar atento a no caer en la desinformación, en la calumnia, en la difamación y en la coprofilia. Su valor es expresar la verdad. Digo la verdad, pero soy yo quien la expreso y le meto mi salsa. Pero dejo bien claro lo que es mi salsa y lo que es lo objetivo. Y la transmito», agregó.
Luego sostuvo que «la comunicación es algo sagrado» y apuntó contra la concentración de la palabra. «Si vos tenés medios de comunicación que da la impresión que tienen una metralla en la mano para destruir a la gente – con la selección de la verdad, con la calumnia, con la difamación o con ensuciarlo – eso nunca hará crecer a un pueblo», criticó.
La diferencia entre el Papa Francisco y Jorge Bergoglio
«Bergoglio nunca se imaginó que iba a terminar aquí. Nunca. Yo vine al Vaticano con una valijita, con lo puesto y un poquito más. Más aún: dejé preparados en Buenos Aires los sermones para el Domingo de Ramos», confesó el Papa Francisco sobre el momento cuando fue elegido Sumo Pontífice.
Sobre su función papal, manifestó que «uno va aprendiendo en la vida a ser universal, a ser caritativo, a ser menos malo» y develó de qué manera Bergoglio mira al jefe de la iglesia católica: «Yo creo que en el fondo diría «¡Pobre tipo! ¡La que te tocó!» Pero no es tan trágico ser Papa. Uno puede ser un buen pastor», expresó.
En un momento de autoanálisis hacia su pasado, Francisco reconoció que tuvo «períodos rígidos» pero que ahora es «más misericordioso». «Es un poco lo que hoy criticaría de aquel Bergoglio que, en alguna etapa, no siempre, como obispo que fui un poco más benévolo. Pero en la etapa de jesuita fui muy severo. Y la vida es muy linda con el estilo de Dios, de saber esperar siempre, manifestó.