La mañana del domingo 3 de septiembre de 2017, la tranquilidad habitual de Darregueira, una localidad del distrito de Puan de casi 5 mil habitantes, se vio convulsionada.
Los vecinos amanecieron con el violento ataque a golpes que había sufrido en su vivienda, de madrugada, un integrante de una reconocida familia de odontólogos del pueblo.
Daniel Edgardo Pretz fue atacado por dos personas que violaron su domicilio, lo amenazaron de muerte y le causaron lesiones graves tras una salvaje golpiza.
El dentista terminó con fracturas múltiples en el rostro -especialmente la mandíbula-, con pérdida de piezas dentarias, lesiones que aún hoy tienen consecuencias negativas en su calidad de vida.
¿Qué pasó? En la noche previa, Pretz había compartido una cena con parejas allegadas. Una amiga de su mujer, presente en el encuentro, estaba en una situación muy tensa con su expareja -ausente- y, como recibía mensajes a su teléfono de manera permanente, decidió apagarlo.
El hombre, ya entrada la madrugada, fue a buscarla a la casa de Pretz, pero la mujer se había retirado horas antes.
«Este hombre vino del boliche con otra persona, en estado de ebriedad, y directamente se metieron en mi casa y me amenazaron de muerte. Menos mal que quedaban algunos amigos de testigos», declaró el odontólogo.
Desacostumbrados
Pretz pidió al diario La Nueva que se hiciera eco de las condenas, para darle un cierre a un tema que en ese momento «provocó conmoción en la localidad».
«Se trata de un pueblo pequeño y no estamos acostumbrados a este tipo de violencia. La gente aún hoy en día se pregunta en qué quedó el tema, por eso me parece importante publicarlo», dijo.
Hace algunos días, el juez en lo Correccional N° 1, Gabriel Giuliani, le impuso la pena de 3 años de prisión en suspenso a Lucas Sebastián Velazco (domiciliado en Sargento Iturra al 2200 de Bahía Blanca), la misma sanción que había recibido -un año antes y por parte de la jueza María Laura Pinto- José Luis Muñoz, oriundo de Darregueira y el principal involucrado.
A los dos, a su vez, se les fijó durante 3 años, como una de las reglas de conducta, la prohibición de contacto con la víctima, como de aproximarse a su domicilio.
Pretz fue notificado de la última de las condenas y por ese motivo optó por difundir la novedad a través de este medio, para que todos los darregueirenses que se preocuparon en aquel momento sepan que la causa tuvo un cierre.
«Cambió mi vida para siempre»
El odontólogo dijo estar conforme con los fallos, pese a que los autores no fueron detenidos.
«Yo creo que está bien, estoy satisfecho. Hay que tener en cuenta que había otros delitos pero prescribieron, como las amenazas o los daños, porque cuando entraron en mi casa rompieron todo», explicó.
La sentencia trajo alivio al profesional que en la actualidad mantiene dificultades por aquel ataque.
«Me golpearon tanto que me desmayaron, quedé tirado. Y hoy sigo con tratamientos ortodóncicos y de conducto», explicó.
La situación fue muy violenta porque los visitantes irrumpieron de manera casi enajenada, al grito de «¿dónde está?, ¡hijo de p…te voy a matar!» y nombraban a la chica que horas antes se había retirado.
«Después nos enteramos de que esta chica, durante la cena, había recibido mensajes intimidatorios (de parte de Muñoz) y que por ese motivo apagó el teléfono», sostuvo Pretz.
«Toda la gente de Darregueira se quedó impresionada con el hecho y por ese motivo quería contarlo, porque en el medio tuvimos la pandemia y la condena se demoró», amplió.
«Este hecho cambió mi vida para siempre», reconoció Pretz durante el juicio, al resaltar el daño social y profesional que le causó. (La Nueva)