Disney confirmó que está en marcha la producción de secuelas de tres de sus más grandes y exitosas producciones animadas. Toy Story, Frozen y Zootopia volverán a los cines con nuevas aventuras en fecha todavía no determinada, según anticipó el CEO de la compañía, Bob Iger.
“Me complace anunciar que tenemos varias secuelas en proceso de desarrollo dentro de nuestros estudios de animación para algunas de nuestras franquicias más populares, Toy Story, Frozen y Zootopia”, dijo Iger, sin dar más detalles sobre estos futuros capítulos. Confirmó de esta manera la intención de Disney, en la segunda etapa bajo su conducción, de apoyarse en sus títulos, nombres y marcas más confiables en vez de volcarse a proyectos originales y nuevos personajes.
Del anuncio se desprende que llegarán a los cines la quinta película de Toy Story, la tercera de Frozen y la segunda de Zootopia. Todas ellas, en sus distintos capítulos, fueron éxitos resonantes de público en todo el planeta. Sin ir más lejos, Toy Story 4, estrenada en 2019, mantiene el récord de taquilla en la Argentina de los últimos 25 años, con 6.635.000 entradas vendidas. Una versión en serie de Zootopia ya fue estrenada en la plataforma Disney+.
La decisión de Disney se produce después del estrepitoso fracaso de convocatoria que tuvieron algunas de las más recientes producciones originales del estudio estrenadas en los cines, sobre todo en el terreno de la animación. Un mundo extraño y, en menor medida, Encanto, quedaron muy lejos de los números esperados y le ocasionaron elevadas pérdidas económicas a la compañía.
Iger también confirmó que una nueva atracción relacionada con Avatar, la exitosa saga de ciencia ficción creada por James Cameron, llegará a Disneylandia, el parque temático ubicado en Anaheim, cerca de Los Ángeles, y el más antiguo de todos los de su tipo que funcionan en el mundo. Hasta ahora, la única atracción relacionada con la creación de James Cameron que se convirtió en atracción de la oferta temática de los parques está ubicada en World Disney World, en Orlando.
Fuente: La Nación