Los casos de abusos contra niños y adolescentes se incrementaron exponencialmente a partir de la pandemia, a tal punto que se producen alrededor de diez denuncias por día en la Argentina, de acuerdo a datos oficiales.
La situación se agrava si se tiene en cuenta que el grueso de los hechos se concentra en la franja de criaturas que va entre los 3 meses y los 4 años, mientras que el 90% se reduce al ámbito familiar.
Al indagar en las estadísticas, puede observarse que, según los últimos datos de la Oficina de Violencia Doméstica, hubo 6.805 chicos afectados en el período 2020-2021, mientras que de acuerdo a datos del Programa “Las Víctimas Contra las Violencias”, que depende del Ministerio de Justicia de la Nación, desde enero a octubre de 2022 hubo al menos 2.242 episodios.
Al ser consultada por Diario Popular, María Elena Leuzzi, fundadora de Asociación de Víctimas de Violación, una ONG que lleva 20 años brindando contención y asistencia, ratificó que “hay un incremento muy grande en casos de abuso infantil, la estadística es muy alta si se la compara con el año pasado”.
Leuzzi precisó que “el promedio de edad de buena parte de las víctimas va desde los tres meses de vida hasta los cuatro años” y advirtió que 9 de cada 10 casos se dan en el seno familiar. “Siempre fue así, por eso cuando se puede detectar el abuso ya pasó durante muchísimo tiempo”, expresó.
La titular de AVIVI alertó que “la violencia está emparentada” y puntualizó: “Los abusadores empiezan a manosear a la criatura al año y las criaturas creen que eso es normal. Y siguen a veces durante años”.
“Además, no es que las violan y queda ahí. Siguen hasta que la criatura está en una condición de poder expresarse con claridad y quejarse. Muchas veces, las terminan matando para callarlas antes de que los pongan en evidencia”, describió el triste panorama.
Leuzzi puso la lupa en el rol de las autoridades y, por un lado, destacó que “gracias a Dios tenemos médicos buenos que detectan rápido estas situaciones y las denuncian”. Sin embargo, no dudó en señalar a uno de los principales problemas. “Es la Justicia la que está fallando”, sentenció.
Sobre este aspecto, la fundadora de la ONG argumentó: “Los tribunales de familia no están trabajando, no funcionan y miran para otro lado. Hay que sacarlos porque se cagan en los derechos del niño. La denuncia tiene que ir por el fuero penal porque es una denuncia penal. Nada tiene que ver el fuero de familia”.
Al brindar un mensaje a las víctimas, las instó a que “recurran a los Ministerios y a las ONGs, que estamos preparadas y capacitadas. No podemos llegar a todas las víctimas y muchas llegan cuando ya ocurrió el hecho y no lo podemos evitar, pero podemos hacer que no continúe”.
En la misma línea se expresó el abogado penalista Javier Ferreira, quien señaló que la problemática “aumentó en pandemia porque, al estar encerrados en el ámbito familiar, se empezaron a ver más casos de abuso”.
“Miles de niños cada año son maltratados y/o abusados. Muchos se dan a la luz porque fallecen, pero otros no y por eso es que trabajamos”, indicó Ferreira.
El letrado consideró además que sería necesario “que los profesionales que se den cuenta de los hechos y no los denuncien (judiciales, médicos o docentes), sean apartados de sus funciones”.
Fuente: DdR / Diario Popular.