El Gasoducto Néstor Kirchner se pondrá en marcha el próximo 20 de junio. Así lo confirmó la secretaria de Energía, Flavia Royón, quien también indicó que aún no hay fecha confirmada para el acto de inauguración oficial.
La puesta en marcha implica la apertura de la válvula para que pueda ingresar el gas natural que proviene de Vaca Muerta, que luego tiene un plazo de al menos 20 días para completar su «llenado».
En diálogo con el medio Infobae, Royón destacó el «tiempo récord» de la obra y el ahorro de USD 1.700 millones en las cuentas públicas que permitirá durante su primera etapa.
“Los que están involucrados en la construcción de gasoductos consideran que la obra no se podía hacer en menos de 24 meses y se hizo prácticamente en 10. El 11 de agosto del año pasado fue el primer acto del ministro de Economía Sergio Massa en Salliqueló donde se firmaron los contratos de la obra que claramente se hizo en tiempo récord absoluto, técnicamente con una soldadura promedio de 5 kilómetros de caño por día”, explicó.
“Fue posible porque las empresas que estuvieron involucradas en la construcción, Techint y Sacde, son de primer nivel y también porque el ministro Massa estuvo muy enfocado todos los días en cómo iba la evolución del gasoducto, gestionar las importaciones, los pagos. Es el hito más importante de su gestión y él puso prioridad en esta obras”, agregó.
La secretaria de Energía sostuvo que el gasoducto va a transformar la estructura energética de Argentina. «Va a cambiar la vida de nuestro país. Es el comienzo para dar vuelta nuestra balanza energética y comenzar a no necesitar importaciones energéticas y exportar», dijo.
La primera parte de la obra fue realizada con recursos del Tesoro Nacional, sin financiamiento de otros organismos ni privados. Para la reversión se contempla el financiamiento de la Confederación Andina de Fomento (CAF) y para la segunda etapa del gasoducto «hay un financiamiento preacordado –que hay que ir definiendo los términos– de una empresa china que está interesada en llevar adelante la construcción».
Sin embargo, Royón destacó que es voluntad del ministro de Economía, Sergio Massa, licitar esta segunda parte porque existen otras propuestas. «Los tiempos de negociación de ese tipo de financiamiento son más extensos y la voluntad es licitar el segundo tramo en agosto. Se va a tomar financiamiento externo con Brasil para los tubos y los caños. Es una obra que va a cambiar a la Argentina», dijo.
La funcionaria indicó que esta primera etapa va a permitir un ahorro de USD 1.700 millones y que en 2024 –va a estar todo el año operativa– será de USD 4.000 millones. «El impacto es increíble. El país no va a necesitar importaciones de envergadura. Se va a poder comprar GNL (a través de barcos) para algunos picos de invierno, compras puntuales, pero no se va a necesitar de bloques de barcos importantes».
Para ella, el sentido de urgencia lo dio el incremento de los precios energéticos que se dieron durante el año pasado. A pesar de eso, destacó que «la Argentina pagó esos precios y no hubo restricciones energéticas ni a la industria, y menos a los residenciales. Veíamos cómo en Europa se restringía el abastecimiento y acá no fue así. Fue un esfuerzo en el uso de los dólares de nuestro país el año pasado».
«La Argentina necesita infraestructura energética para poder crecer. Este gasoducto y todos los otros (Santa Fe, de la Costa) fueron obras que estuvieron paradas. También en materia de transporte eléctrico teníamos muchas obras paradas (las líneas Atlántica Norte y Atlántica Sur, que se van a energizar el 30 de junio), la estación transformadora del Chaco», explicó.
«Entre las obras que vamos a habilitar y dejar licitadas con financiamiento estamos en casi 5.000 kilómetros de líneas de alta tensión que hoy es un cuello de botella para el sistema de transporte eléctrico para incorporar más energía renovable y garantizar la seguridad del suministro porque las estaciones transformadoras están con un porcentaje de uso muy alto. Hay una visión de infraestructura para el desarrollo. Esto también da la posibilidad de desarrollar gasoductos y líneas de transporte eléctrico, en regiones mineras que claramente es un sector al que se apuesta estratégicamente. Tenemos una mirada productivista y de desarrollo», sostuvo.
En otro tramo de la entrevista, la funcionaria hizo mención al impacto que tendrá en las tarifas de los hogares esta mayor disponibilidad de gas natural a partir del gasoducto. «Hoy las tarifas, sobre todo del grupo de bajos ingresos y la clase media, tiene subsidios y el primer impacto va a ser que el Estado va a tener un ahorro en la baja de esos subsidios. Al bajar el costo del gas, baja el monto que hay que subsidiar», dijo.
«A mediano plazo, la aspiración para generar ese ahorro fiscal es tener una matriz energética más competitiva, que los subsidios vayan bajando y poder sacarlos cuando haya un precio más accesible, pero eso no es cuestión inmediata de este Gobierno. Este Gobierno tuvo una política de segmentación y quita de subsidios a quienes no lo solicitaron o que tenían altos ingresos. La voluntad es mantener los subsidios para los que los necesitan y también se está subsidiando de manera parcial a la clase media. Hay que ir reduciendo los subsidios antes de poder retirarlos. Claramente tener precios de la energía competitivos implica mayor ahorro fiscal porque se baja el requerimiento de subsidios para la población», cerró. (Infobae)